En medio del pago de aguinaldos los intendentes explicitaron la necesidad de recursos para afrontar gastos, dicen por lo bajo que a un mes de las PASO no serán dejados a su suerte por el ejecutivo provincial y piden a gritos una solución de fondo a partir de nuevos mecanismos de coparticipación. (G.T.)

Siempre fiel a su mandato de ejercer un “periodismo de anticipación”, Cuarto Poder avisó hace un par de semanas que la situación económica y financiera de los municipios salteños es muy compleja. “Todos esperan que el gobierno provincial vaya a su rescate pero, por ahora, los grifos no se abren en las oficinas del Ministerio de Economía” reveló este semanario el 15 de junio y explicó que “esta situación, sumada a la histórica inequidad en la distribución de recursos entre la nación y las provincias y entre estas y sus municipios, genera incertidumbre en muchos pueblos salteños”.

Aquel anticipo fue confirmado esta semana por Mario Cuenca, elegido por sus pares para reemplazar en diciembre a Sergio “Topo” Ramos al frente del Foro de Intendentes. “La inflación se comió los recursos de los municipios, ha sido un problema pagar el aguinaldo y la mayoría de los intendentes ya piensa en cómo pagar el mes que viene”, afirmó.

Con respecto a los problemas económicos por los que atraviesan los municipios, el jefe comunal de Campo Santo sostuvo que la totalidad de los intendentes dependen de la coparticipación y que por eso se debe trabajar en mejorar la distribución de los recursos “sin quitarlos a los que están mejor, pero sí igualando para arriba”. Y también pidió que se rediscuta “la descentralización porque si bien las obras publicas y la acción social generaron una movilización económica en el interior, falta discutirla en torno a educación y salud”.

Casi al mismo tiempo que Cuenca hacía esas declaraciones, desde Buenos Aires el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, informaba que la recaudación impositiva creció casi un 40% durante el mes de junio y alcanzó un nuevo récord. Según los datos presentados por Echegaray y el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, “la recaudación tributaria de junio alcanzó la cifra récord de $140.838 millones, con un aumento del 39,2% en términos interanuales, impulsada por impuestos relacionados al consumo como el IVA, Ganancias, Impuesto a los combustibles y los aportes relacionados con el mercado de trabajo”.

En consecuencia, los ingresos de las provincias y los municipios también se verán engrosados. Pero la situación sigue siendo compleja porque casi la totalidad de los recursos coparticipables se destinan a gastos corrientes como el pago a los empleados comunales. “Hace 5 años, con la coparticipación que recibía pagaba los sueldos y me quedaba plata para otras acciones pero hoy pago sueldos y quedo en cero”, graficó Cuenca y explicó que “eso tiene que ver con que hubo inflación y un crecimiento importante de la población”.

El primero pero no el único

En algunos casos, peor todavía, la plata no alcanza para cubrir los salarios municipales. En Cafayate, por ejemplo, los empleados públicos comenzaron esta semana una serie de asambleas y amenazan con concretar un paro total de actividades en reclamo del pago del aguinaldo y de horas extras adeudadas por el reelegido intendente Fernando Almeda.

El delegado de ATE, Jorge Vidal López, confirmó que tres de las cuatro organizaciones gremiales que representan a los empleados públicos cafayateños exigen, además, “la provisión de la ropa de trabajo, y el inmediato inicio de la discusión salarial”.

Los intendentes de otras localidades como las del norte -Tartagal, Salvador Mazza, Colonia Santa Rosa, Orán y Pichanal- y las del Valle de Lerma -Cerrillos, El Carril, La Merced- esperan reclamos similares pero, por ahora, confían en la mano salvadora del gobernador Juan Manuel Urtubey. Creen también que, en meses de campaña electoral, el gobierno nacional no los dejará caer en desgracia.

Conocedores de la realidad de sus pueblos, muchos legisladores, antes intendentes, coinciden en esa necesidad de rediscutir la distribución de los recursos públicos y quieren que los representantes de la provincia en el Congreso de la Nación intercedan ante el gobierno para modificar la Coparticipación Federal. “Hoy los intendentes tienen como una situación normal la de viajar todas las semanas a Buenos Aires a mendigar una obra que nos corresponde por derecho”, reconoció, por ejemplo, el diputado y exintendente de La Caldera, Miguel Calabró.

En la provincia, Cuenca apuesta a ser quien lidere en un futuro cercano esa discusión por el manejo de los caudales públicos a través del “trabajo conjunto entre el Foro de Intendentes, la Legislatura y el Grand Bourg”.

Sin problemas

Como si las dificultades económicas que denuncian sus pares del interior provincial, el intendente de Capital, Miguel Isa, tomó un arriesgada determinación y aumentará la planta permanente de la Municipalidad que dejará en diciembre.

Junto con el anuncio de la llegada de Eduardo Sylvester a la jefatura de Gabinete, Isa informó que “700 trabajadores pasarán a planta permanente”. Pero aclaró que se trata de gente que “ya venía trabajando” y no de nuevos empleados. Su justificación es el enorme incremento del presupuesto comunal que pasó de $80 millones en 2003 a más de $1.600 millones este año y en la eficiente gestión de los dineros públicos.