No paran de sumarse causas en la justicia contra jefes comunales. Algunos son escandalosamente culpables. La detención de la hermana del intendente de Rosario de la Frontera hace pensar que podría ser el comienzo del fin de la impunidad. 

Lucas Sorrentino

Aunque las denuncias se multiplican, con pruebas dolorosamente evidentes, hasta ahora los intendentes siguen siendo los verdaderos «intocables» del sistema político. Acostumbrados a manejar sus comunas como si fueran pequeños feudos, rara vez se toman el trabajo de ocultar sus desmanejos: se saben impunes. 

Pero la detención de la hermana del intendente de Rosario de la Frontera podría marcar un punto de inflexión para el club de los mete mano en la lata.

A continuación, un top 10 de intendentes y ex intendentes que, de haber algo de justicia, van a pasarla mal en el banquillo de los acusados. 

Ramos de corrupción

Sergio Ramos es un viejo conocido. Manejó por más de dos décadas la intendencia de Rosario de Lerma y en algún momento se olvidó la diferencia entre lo público y privado. En 2013 se lo comenzó a investigar por el desvió de fondos por la suma de $ 341.715 pesos, dinero que el gobierno provincial le giró a Ramos, cuando éste era intendente de ese municipio. El dinero mencionado se había entregado en el marco de un programa denominado Proyecto de Empresa Social, el que fomentaban emprendimientos locales. La plata debía llegar a vecinos que se habían agrupados en una cooperativa local, la cual tenía como objetivo iniciar una empresa dedicada a la construcción de casas prefabricadas. Pero a los cooperativistas solo les terminó llegando una carga de tejuelas por las que se pagó una suma de 30 mil pesos. 

Algunos podrán mencionar decenas de causas más. Algunas de ellas incluso más famosas. Pero lo cierto es que el ahora Senador provincial está a punto de perder su banca por esta causa. El juicio se hará contrarreloj: El Topo anhela volver a ser intendente y no descarta ser candidato el año que viene. 

Soto Ni pa’ mentir sirve

De ser un villano del universo Marvel, Alfredo Soto sería un personaje totalmente intrascendente, con un superpoder irrisorio: hace desaparecer mucha  plata de lugares pequeños. Se lo acusa de saquear uno de los municipios más chiquitos y bonitos de Salta: evaporó por lo menos $7 millones mientras dirigía esa comuna. La denuncia data del 18 de febrero de 2020, dos meses después de su alejamiento al frente de ejecutivo municipal. En ese momento, la apoderada del municipio que ahora  comanda Eugenio Herrera, aseguraba que tras una auditoría realizada por la comuna, existía un faltante de $7.773.758. Al que se sumaban otros $5.397.032 que surgieron a través de un informe de cheques rechazados que Soto emitió un día antes de la finalización de su gestión, es decir, el 9 de diciembre.

El análisis efectuado por el Gabinete de Delitos Económicos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) da a entender que podría ser aún más plata. 

En 2017, el intendente armó un autorrobo para justificar la desaparición de casi medio millón de pesos. En ese momento una fiscal acusó a Cruz por el delito de “falsa denuncia y malversación de caudales” en torno al robo de fondos de coparticipación. Es que el intendente aseguraba que le habían sustraído de su vehículo $350.000, cuando había ido a retirar en persona unos $ 520.000, procedentes de fondos de la coparticipación provincial.  El argumento del ex mandatario municipal era que luego de recibir el dinero se dirigió a un comedor de la calle Mendoza al 1.000 para almorzar, y al salir se dio con que la puerta del lado del acompañante de su rodado fue supuestamente forzada y que los ladrones se llevaron un maletín, donde tenía los $350.000. Pero que los restantes $170.000 se salvaron porque estaban ocultos debajo del asiento. 

Infamia me “entendez” Méndez

Si bien ya no está a cargo de la intendencia de Salvador Mazza, Rubén Méndez fue uno de esos intendentes digno de una historia provincial de la infamia. Cuando lo hallanaron tenía hasta un BMW tipo James Bond y muchos dólares y pesos y hasta dinero boliviano y oro, mucho oro. 

Cuando fue reelecto, Méndez se había jactado de haber sabido cómo comprar los votos, a diferencia de sus democráticos adversarios. También fue denunciado por violencia de género. 

Distinto genero no de Canchi

La ex intendenta de Isla de Cañas, Angelina Canchi, está complicada. Se encuentra imputada como autora de los delitos de usurpación por continuación arbitraria en el ejercicio del cargo, fraude en perjuicio de la administración pública, administración fraudulenta, por supresión de documentos y peculado.  Los hechos endilgados ocurrieron cuando Canchi se desempeñaba como intendenta en la Municipalidad de Isla de Cañas, departamento Iruya y fueron denunciados por el actual jefe comunal, Jorge Canchi al asumir en sus funciones.(nótese la repetición de apellidos=.

Pruebas sobran: los fiscales hicieron un peritaje y comprobaron que Canchi libró 42 cheques entre el 7 de octubre y el 27 de diciembre de 2019, vaciando una cuenta del municipio. Otra cosa que vació Canchi fue una fábrica de dulces: no quedó ni una silla.  Además, Canchi, días antes de irse, pagó préstamo personal bancario con dinero del municipio. También falta la guita recibida para una obra eléctrica en noviembre de 2019: la plata no está, la obra no se hizo. 

Carita de Mafalda

Tiene cara de Mafalda y de maestra aburrida de colegio privado: pero así y todo, no paran de sumarse denuncias contra Rita Carreras, la ex intendenta de Coronel Moldes. 

Con esa carita angelical, Rita hizo que la Muni gaste  $1.379.800 en un auto para discapacitados: el auto no está. También se la investiga porque libró cheques con su firma utilizando los fondos transferidos y se pudo corroborar que estos fueron cobrados por caja. 

A Rita también se la acusa de desaparecer 28 mil dólares de la venta de un tractor. 

La justicia investiga, asimismo, la adjudicación a dedo de lotes y la compra de seis casillas como «solución habitacional». Las viviendas, a pesar de haber sido abonadas, nunca fueron entregadas ni al Municipio de Coronel Moldes ni a ninguno de los supuestos beneficiarios. 

En otra causa, se investiga la venta irregular del Loteo La Esperanza. 

Animaná no es solo el nombre de un buen vino barato

El intendente de Animaná Rolando Guaimás está imputado por meter la mano en la lata. El accionar de este muchacho es digno de una antología del horror: la fiscalía constató que con guita de la Muni se hizo una casita en la Salta Capital y el que se la hizo fue un albañil, empleado público de la Muni de Animaná. 

Todo esto lo sabemos gracias a una vecina chusma, a la que le llamó la atención ver camionetas con el logo de la Muni de Animaná descargar material de construcción en una casa de Salta Capital. 

Nerón, puro fuego

Cuando Rogelio Nerón fue elegido intendente de Santa Victoria Este, todos se entusiasmaron: había trabajado manejando la ambulancia del hospital y tenía sangre wichi en sus venas. 

Pero pronto desilusionó a todos. Incluso a los que no esperaban nada de él. 

El Concejo Deliberante llegó a destituirlo, pero la justicia permitió que vuelva a su escritorio, por el momento. 

El peor momento de Nerón fue cuando mandó a reprimir a integrantes de comunidades originarias, que se manifestaban pidiendo tickets que, desde que él se hizo cargo de la intendencia, desaparecieron. 

Santa Rosa

Otro intendente que había sido eyectado de su silla por el Concejo Deliberante fue Jorge Mario Guerra, de Colonia Santa. Pero el 22 de marzo, el Poder Judicial lo restituyó en su cargo

A Guerra lo habían rajado por “incumplimiento a sus deberes y mal desempeño como funcionario público. 

La Justicia no dijo que Guerra sea competente o que no haya metido la mano en la lata, remarcó que “el Concejo Deliberante se extralimitó en el ejercicio de sus atribuciones, e impidió al Intendente el ejercicio de un mandato electivo, que solo puede ser interrumpido mediante el proceso de destitución respectivo». 

La Merced

Si hay un intendente que se ha comprado todos los números en el sorteo de una próxima estadía en prisión ese es Javier Wayar, a cargo de la Muni de La Merced. 

Destratos, despilfarros a patada. Pero lo peor es lo que Wayar intentó hacer con el Concejo Deliberante: dejó de mandar plata y subcontrató a los ediles oficialistas en la muni. Es por este motivo por el que Wayar se va a tener que sentar en el banquillo de los acusados: ¿Cómo puede un concejal figurar como asesor del poder ejecutivo? Cuando un concejal independiente denunció el hecho, Wayar, poco amigo de la democracia y el diálogo, lo insultó y amenazó con pegarle. 

A Wayar ya se lo conoce como una versión pueblerina de la película El dictador, de Sacha Baron Cohen.

Salvo que no es gracioso porque esa plata que falta o se tira en estupideces (como la fuente de los deseos, que nadie desea), después no está cuando los mercedeños necesitan ayuda tras una inundación. 

San Lorenzo No Gonza de imagen

Contra Ernesto Gonza, exintendente de la Municipalidad de San Lorenzo, pesan muchas causas. Gonza, al igual que el Topo Ramos, viene de larga data. Una de las denucnias contra Gonza y contra su hermano es por el faltante de 4 millones de pesos de la caja chica. 

Más  allá de todos los millones desaparecidos, el hecho más llamativo es que Gonza se autootorgó una parcela del cementerio municipal por 99 años. En serio, Gonza realizó un contrato de cesión por el plazo de 99 años en beneficio personal, para gozar de una parcela en el cementerio parque San Lorenzo a cambio de una suma de dinero que a todas luces resultó irrisoria e incompatible con la función ejercida.

Nepotismo en Rosario de la Frontera

Desde hace rato que el intendente K Gustavo Solís Mónico, de Rosario de la Frontera, acumula causas. Esta vez, hubo allanamientos y la que terminó detenida fue su hermana,que además labura en la Muni (nepotismo a full).

La investigación inició en 2019, ante la denuncia de vecinos de esa ciudad por supuestas maniobras fraudulentas respecto al cobro de planes sociales en nombre de presuntos beneficiarios que nunca percibieron dinero alguno.

Este caso abre una luz de esperanza: quizá la impunidad tenga un límite. 

Quijano, el peor caso.

Manuelito Cornejo había metido tanto la mano en la lata de la Muni de Quijano, y había tantas pruebas en su contra, que el caso parecía fácil. El mismo Cornejo había aceptado su culpabilidad. Hubo un juicio abreviado que debía terminar con una condena sutil, pero condena al fin y al cabo. Pero pese a las pruebas, pese a que el acusado aceptó su culpabilidad, el juez decidió no condenarlo y anular el juicio. 

Ese juez sentó un precedente nefasto. Ni siquiera con una confesión, se consigue una condena.