El Gobierno comienza a definir la estrategia con miras a las primarias. Intentará vincular a Cristina Kirchner con las mafias que Cambiemos procura combatir; debaten cómo favorecer a Randazzo.
El gobierno de Mauricio Macri comenzó ayer a procesar la novedad de la división del peronismo pese a que seguía festejando la noticia. Comenzó a diseñar un plan de campaña para aprovechar las debilidades de la ex presidenta Cristina Kirchner, la principal adversaria electoral con la que el macrismo polarizará el debate, y vincularla con las mafias que Cambiemos propone combatir.
Mientras tanto, se analiza un posible anuncio de las candidaturas bonaerenses uno o dos días antes del cierre de las listas, que será el sábado 24 del actual.
«Para nosotros es una fiesta, no lo imaginábamos tan favorable. Habrá que ver cómo decanta hasta el 24», dijo un alto funcionario de la Casa Rosada y principal estratega con miras a las elecciones del 22 de octubre. «Cuando el adversario se equivoca no hay que interrumpirlo», señaló.
Los operadores macristas también comenzaron a imaginar estrategias para ayudar a Florencio Randazzo, precandidato del PJ para las elecciones primarias del 13 de agosto. Presumen que Randazzo podría sacarle votos a Cristina Kirchner, que sería precandidata del Frente de Unidad Ciudadana, sin el peronismo.
Sin embargo, en Balcarce 50 también ponen una luz amarilla. Muchos intendentes que respaldan a Randazzo serían presionados de manera agresiva por operadores kirchneristas para pasarse de bando y respaldar a Cristina Kirchner, a cambio de no tener problemas en sus concejos deliberantes con eventuales denuncias y destituciones.
«Va a tener presiones. Quizá lo ayudemos, pero no tanto. Sólo para que le saque votos a Cristina, no para que se agrande tanto», dijo un alto funcionario.
Si bien trascendió que Macri podría anunciar las listas de candidatos a senadores y diputados bonaerenses de Cambiemos uno o dos días antes del sábado 24, fecha de cierre, algunos funcionarios mantenían el misterio y señalaban que podían comunicarse ese mismo día de la inscripción.
Por ahora, Esteban Bullrich, ministro de Educación, es el primer candidato a senador. Pero Macri no descarta recurrir a la titular de Acumar, Gladys González, a quien aprecia más de lo que se sabe por su combate contra las mafias sindicales. Es decir, no está del todo definido el orden del binomio.
En cambio, José Torello, jefe de asesores presidenciales, será primer candidato suplente. Y la dirigente Helena Estrada, del grupo G-25, segunda suplente. Alguno de ellos podría asumir si en el futuro Bullrich o González fueran convocados a otras funciones.
Torello, aclararon en la Casa Rosada, suele ser primer suplente de las listas más importantes en todas las elecciones: es una cábala entre Macri y su íntimo amigo. Lo hizo en varias elecciones anteriores, aunque no en todas.
Para diputados circulan los nombres de Facundo Manes, Graciela Ocaña y Guillermo Montenegro, aunque todavía no está definido el orden de las candidaturas.
«La campaña va a ser muy austera. Queremos recoger el mandato de la gente de un cambio. Cambiar la manera de ejercer el poder en la Argentina. No más funcionarios todopoderosos, sino personas comunes que tienen el honor de ejercer un cargo», dijo un funcionario para anticipar uno de los lineamientos discursivos de la campaña electoral.
En contraposición con ello, intentarán aprovechar errores de Cristina Kirchner e identificarla con los sistemas de mafias. Se apelará a muchos archivos periodísticos de los doce años del kirchnerismo.
Para avanzar en los ejes de campaña, hoy se reunirá el Consejo Nacional de Pro en el partido bonaerense de Pilar con las principales cabezas políticas del macrismo: Marcos Peña, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, funcionarios y dirigentes partidarios.
Fuente: La Nación