Los grandes jugadores del mundo en el sector hidrocarburos cuentan con información calificada, respecto al potencial de productivo depositado en la región norte de Salta. De manera similar, también poseen datos de primera mano que detallan la (poca) predisposición de las empresas argentinas a invertir en los pozos ya explorados que deben ser puestos a producir. Ahí calzan los reparos invocados para asociarse con petroleras gauchas.

En el mundo de los negocios hidrocarburíferos, un mapa considerado de los más fidedignos es el confeccionado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, renombrado en este ambiente como el “Argentina Shale Map”. En este trazado se describe el potencial de cada formación, en cuanto a gas convencional o no convencional (Shale), como también en materia de petróleo (oil) y de formaciones compactas (tight).

La Cuenca Tarija-Los Monos (Tarija basin), como la Cuenca Noroeste (Norwest basin), son las que mayor codicia despiertan en los negocios que apetecen los jugadores locales. Uno de los cuales es Pampa Energía, la petrolera encabezada por Mindlin, ya sea en asociación con su par china High Luck Group o bien con Tecpetrol, la compañía hidrocarburífera de Techint.

En el primer caso, en la UTE con HLG, proyectaron la producción de 270 millones de barriles de petróleo desde la concesión ´Tartagal Oriental & Morillo´, la que cuenta con un permiso de exploración en casi 11 mil kilómetros cuadrados. A lo que se añade en Rivadavia Banda Norte, en un paraje denominado Los Valdéz o Los Baldes, crecen las versiones que High Luck/Pampa habría electrificado cercos situados dentro de una propiedad comunitaria aborigen, cuya extensión total era de 3.000 hectáreas.

Y en febrero de 2019, el Estado provincial firmó con Pampa Energía y Tecpetrol un  acuerdo para verificar lo que dice aquel mapa (Argentina Shale Map) en cuanto al potencial de esta región, donde prometieron invertir u$s 7 millones. Alejandro Fernández Löbbe y Jorge Pereyra Iraola, por ambas compañías, firmaron el convenio a la par de Juan Manuel Urtubey y su ministra de Producción, Graciela Pinal de Cid.