Pese a que un escándalo personal amenazó con arruinar su elección, el sojero Alfredo Olmedo que era un muerto político resucitó y de la mano de Sergio Massa y Gustavo Sáenz será de nuevo diputado nacional por Salta.

Imposible saber quién habrá sido su Cristo, imposible saber quién le ordenó “Alfredo levántate y anda”. Pero lo cierto es que el muerto (político) Olmedo hizo una muy buena elección y resucitó para volver a ser diputado nacional. Empujado por la fórmula presidencial integrada por Sergio Massa y el salteño Gustavo Sáenz, el empresario sojero consiguió 178 mil votos o el 28% del electorado y se aseguró el segundo lugar por detrás de Javier David pero por delante de Miguel Nanni y de Claudio Del Plá en las elecciones de este domingo.

En su zigzagueante trayectoria el inefable Olmedo atravesó éxitos y fracasos. Entre los primeros se cuentan el de 2007 cuando se quedó con la senaduría provincial por Anta y el de 2009 cuándo merced a una generosa chequera obtuvo una diputación nacional. Pero entre los últimos están el de 2011 cuando confiado y con una chequera aún más generosa fue por la gobernación y no tuvo éxito, el de 2013 cuando tampoco acertó en las elecciones legislativas y fue derrotado por Rodolfo Urtubey y por Juan Carlos Romero y no pudo llegar al Senado de la Nación, y el de 2015 (paliza incluida) cuando junto al propio Romero fue vapuleado por Juan Manuel Urtubey y Miguel Isa en la pelea por la gobernación y vicegobernación de la provincia.

Sin un partido político (en su concepción tradicional) que lo respalde, sin dirigentes de fuste a su alrededor, sin méritos de conductor, y hasta sin sus altisonantes y reaccionarias consignas que otrora llamaban la atención Olmedo igual hizo una muy buen elección y será de nuevo diputado.

Con el diario del lunes deben destacarse sus aciertos: dejar de lado su primigenio coqueteo con Mauricio Macri, despegarse luego de Juan Carlos Romero, y apostar finalmente por Sergio Massa. Pero debe reconocerse, inmediatamente, la inmensa cuota de suerte que lo acompañó: se alejó de Macri porque éste lo rechazó, se despegó de Romero porque éste ya casi está retirado de la vida política, y apostó por Massa porque era la única opción electoral disponible.

Obra del azar, además, el exintendente de Tigre eligió al salteño Gustavo Sáenz como compañero de fórmula y eso consolidó un competitivo armado político en la provincia que por encima del promedio nacional entregó a Olmedo un montón de votos para llevarlo de nuevo al Congreso.

Vergüenza

Si bien la jornada dominguera terminó bien y con la confirmación de su elección como diputado nacional, Alfredo Olmedo no pudo festejar. Una denuncia por violencia familiar le arruinó el día.

Temprano la noticia se desplegó en los teléfonos de periodistas y operadores políticos y avisó que en la madrugada el sojero fue encontrado por su esposa en la puerta de un hotel alojamiento y en compañía de otra mujer. Peor aún, el verborrágico defensor de la familia, fue protagonista de forcejeos que merecieron la intervención policial.

Ni el jefe de Policía, Marcelo Lami, ni el gobernador Juan Manuel Urtubey quisieron opinar al respecto pero confirmaron el inaceptable episodio en una sociedad lacerada por la violencia de género.

Acorralado por la realidad, después de negarlo Olmedo tuvo que reconocer el escándalo. De inmediato, la diputada provincial Liliana Mazzone avisó que impugnará su pliego y que intentará “por todos los medios institucionales” que no pueda asumir en el Congreso porque es un “inhábil moral”.

Baja y sube

Como compañero de fórmula de Juan Carlos Romero, Olmedo tuvo una difícil primera mitad del año. En las primarias del 12 de abril sumaron 208 mil votos o el 33% del electorado y quedaron muy lejos de Juan Manuel Urtubey y Miguel Isa que totalizaron 292 mil votos y el 47%. Peor aún, en las generales del 17 de mayo la derrota fue total: 203 mil a 340 mil votos o 30% a 51% del electorado.

Sin embargo, el inefable empresario sojero corrigió el rumbo y acordó una candidatura nacional detrás de Sergio Massa. Y en las primarias (se impuso al taxista José Ibarra en la interna) sumó 78 mil votos que ahora en las generales llevó a más de 178 mil votos y un muy buen 28% del electorado que lo reponen en el Congreso dónde ya ocupó una banca entre 2009 y 2013.