El servicio Interurbano del transporte público de pasajeros, implementado en el año 2005 con la creación de SAETA y de la AMT, se adjudicó sin licitación alguna. Se anunció como fecha de nueva licitación el mes de enero próximo, pero los actuales adjudicatarios pretenden seguir trabajando precariamente. (JRL)
El transporte interurbano de pasajeros, implementado en el año 2005 con la creación de SAETA y de la AMT conjuntamente con el transporte urbano y sobre el cadáver de muchas empresas que dejaron sus huesos en el camino, como TANOA, CHAVEZ, EL INDIO, RUEDA, EL QUEBRADEÑO, entre otras consumidas por la desleal modalidad del remis trucho inscriptos o no, en las localidades que servían las unidades de transporte público: Cerrillos, la Merced, Quijano, El Carril, Chicoana etc. en donde eran y son defendidos a capa y espada por los respectivos intendentes.
Para empresas regularmente constituidas, que abonan o tienen la obligación de abonar los salarios estipulados en los convenios de UTA y cuya única compensación era el precio del boleto que pagaba el usuario, determinado por el poder político, la competencia con el remis ilegal resultó letal, fueron pulverizadas como aserrín y sus dueños quedaron en la indigencia.
En esta debacle tuvo mucho que ver un afable y circunspecto funcionario de la Dirección de Transporte de la provincia, hoy aún funcionario y con grandes intereses en una empresa de transporte de pasajeros del norte provincial, con nombre de deidad religiosa, lugar donde seguramente invirtió sus “ahorritos”.
En este desolador panorama del transporte interurbano, aparece en el 2005 en el nuevo sistema de SAETA; un sistema que consistía y consiste en que a los empresarios ya no se los compensa con el precio del boleto abonado por el usuario, sino con el pago por cada kilómetro recorrido, sistema que elimina la posibilidad de competencia con el remis trucho y traslada las pérdidas ocasionadas por su existencia al único responsable de combatirlo: el estado.
Ya no se trataba de administrar miserias como en la era del afable funcionario, ahora había que administrar riquezas y por aquellas calendas aparece entonces la presencia del escribano y ex presidente del directorio de SAETA, Víctor Manuel Brizuela.
Como sea, el escribano decidió obsequiar el nuevo filón de oro en carácter de adjudicación precaria, a sus amistades personales, tal como un noble de la corte de Luis XIV arrojando monedas a sus admiradores, obviamente sin ningún tipo de evaluación sobre los intereses de los sufridos usuarios del sistema o de la equidad, naturalmente el ex presidente de SAETA no era un estadista, sino un amigo.
Una vez que asumió Juan Manuel Urtubey como nuevo gobernador de Salta y producida la transición a la actual administración, ésta siempre aseguró que el transporte interurbano debía licitarse, por tratarse de un servicio adjudicado a título precario. Es más, públicamente se anunció como fecha de la licitación el mes de enero de 2014. Por supuesto los actuales adjudicatarios no tienen ningún interés en ello y ya operan para evitarlo. Ganaron fortunas en estos años y pretenden seguir igual.
En un contexto de rebelión policial, saqueos, violencia y creciente sensación de impunidad que tiene la gente ante hechos de corrupción gubernamental, sin dudas, la licitación del sistema interurbano del transporte público de pasajeros permitiría la democrática apertura del cerrado círculo y redundaría en beneficio de los usuarios y trabajadores del mismo sistema.