Los aliados del Gobierno (Frente Renovador y Bloque Justicialista) acordaron acompañar el proyecto luego de que fueran aceptados algunos pocos relevantes cambios. El debate en diputados será el próximo martes.
El oficialismo obtuvo ayer, con acompañamiento del Frente Renovador y del Bloque Justicialista, dictamen favorable de las comisiones de Presupuesto y de Finanzas de la Cámara de Diputados al proyecto de ley para pagarle a los fondos buitre. Tras una extensa jornada, el bloque de Cambiemos aceptó introducir algunos poco sustanciales cambios en el proyecto y la sesión en la Cámara baja se postergó hasta el martes próximo (ver aparte), aunque hubo varios pedidos para que se continuase el tratamiento en comisión la semana próxima. Las modificaciones que se introdujeron para ser tratados en la bancada incluyen limitar el endeudamiento en unos 12.000 millones de dólares con destino a buitres, constituir la Cámara Bicameral de Seguimiento de Deuda e incorporar una serie de aclaraciones que permitan disminuir el riesgo de nuevas demandas de bonistas tras el cierre de la operación. Los bloques del Frente para la Victoria, del Partido Solidario y del Partido Obrero presentaron sus respectivos dictámenes de minoría.
En medio de las largas mesas ubicadas en el anexo del Congreso, donde los diputados se ubican para iniciar la discusión, se ocupó uno de los lugares colocando dos banderitas estadounidenses y un cartel con el nombre de Paul Singer, titular del fondo NML, aludiendo a su injerencia en el debate legislativo.
El apuro del gobierno de Mauricio Macri por cerrar la operación y poder iniciar un ciclo de endeudamiento volvió a reflejarse en la reunión con las exposiciones de diputados de su bloque. No sólo minimizaron los argumentos en torno a los riesgos de nuevos juicios, sino a la amenaza concreta de un abogado de los bonistas italianos que aceptaron el canje. Se trata de Tullio Zembo, quien adelantó que si los buitres obtienen un tratamiento mejor irá a la Justicia, tal como informó este diario. El diputado por el FpV, Axel Kicillof, insistió con este ejemplo para dimensionar el riesgo de derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano. “El Congreso es soberano y como las votó las deroga, para eso nos votaron”, desafió el titular de la Comisión de Finanzas, el diputado por el PRO Luciano Laspina.
En ese tono fue el debate propuesto por el oficialismo. Kicillof reiteró sus críticas respecto a las condiciones más ventajosas que obtuvo un grupo de cuatro fondos liderado por Singer, que recibirá 400 dólares por cada lámina de cien en tenencias de bonos defolteados, mientras que para el resto se ofrece 150 dólares. También apuntó sobre el pago de 235 millones de dólares para el pago de las costas legales de los demandantes. “Le estamos pagando hasta lo que gastaron en el juicio en Ghana por el intento de embargo de la Fragata Libertad. No sólo eso. Nos anticipamos pagando por gastos de juicios eventuales de estos fondos en otras jurisdicciones”, apuntó el ex ministro de Economía. Otro punto que identificó para corregir, al menos en el proyecto, es que obliga al país a darle prioridad al pago a Singer.
Los cambios
Las modificaciones que aceptó tratar el oficialismo fueron del Frente Renovador. El diputado por ese espacio, Marco Lavagna, fue quien presentó una serie de puntos a ser incluidos que, en su mayoría, pasarán a discutirse en el recinto. “A nadie le gusta tener que asumir los costos de los buitres, pero debemos reducir el riesgo legal”, afirmó. En diálogo con este diario, Lavagna definió los cinco puntos acordados. El primero incluye la necesidad de conformar y poner en funcionamiento por tiempo indeterminado la Comisión Bicameral de Seguimiento de Deuda. Se solicitó que los cargos sobre la oferta base que se otorgan a los fondos más duros no se replique en futuras ofertas. Esto se refiere a que el representante de bonistas italianos, Nicola Stock, recibirá un premio adicional por su adhesión.
Se solicitará al Ejecutivo a que rinda información al Congreso en temas de deuda de manera trimetral y no semestral, como sugiere el proyecto. Por último, y en estos coincidieron con el espacio justicialistas, se dispuso colocar un techo a la emisión de deuda. Ese techo debería responder al costo del arreglo propuesto por el oficialismo para los buitres, que se calcula en el orden de los 12.000 millones de dólares. “En caso de que el monto de emisión supere el monto de pago requerido bajo la presente ley, el excedente será imputado a la autorización existente de deuda pública prevista en el Presupuesto”, sostiene el dictamen de mayoría. Las comisiones a los bancos por la colocación en ningún caso podrán superar el 0,20 por ciento. Por último, se solicita que se informe trimestralmente al Congreso los procesos judiciales o arbitrales terminados, los montos de capital cancelados o a cancelar en cada acuerdo y el nivel de ejecución de los acuerdos.
“Tenemos una posición superadora, que puede discutirse”, sostuvo Kicillof, pero la propuesta quedó como dictamen de minoría. El planteo del FPV incluía reconocer una propuesta a los buitres de 140 dólares por lámina de 100, cifra que implicaría el valor actual de la propuesta ofrecida en 2005 y aceptada por el 93 por ciento de los bonistas con deuda defolteada. Esta oferta dejaría afuera a Singer, el pago de comisiones y la derogación de las leyes. “No nos podemos crucificar en el altar de Singer”, dijo.
También hubo dictámenes de minoría del Partido Solidario, que no convalidó el tratamiento del proyecto. La iniciativa del espacio que conduce Carlos Heller plantea una oferta que iguale los rendimientos obtenidos por aquellos acreedores que ingresaron a los canjes 2005 y 2010, que alcanzaría, según datos estimativos, un total aproximado de unos 7000 millones de dólares, por debajo de los 11.684 millones de la propuesta oficial. Desde el Frente de Izquierda de los Trabajadores, Néstor Pitrola, presentó su propuesta de desconocer la deuda con los fondos buitre, en tanto, Myriam Bregman, del PTS, llamó a hacer una consulta popular vinculante para que el pueblo argentino sea el que convalide o rechace el acuerdo. “No sabemos qué van a hacer, pero eso no es motivo para que se vote en contra”, sostuvo el massista Felipe Solá. Finalmente, ambos en disidencia, el Frente Renovador y el bloque Justicialista, acompañaron el dictamen de mayoría
Fuente: Página 12