El fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Federico Obeid, solicitó 17 años para el hijo del músico de Los Nocheros por los abusos cometidos contra dos víctimas. Para sus amigos pidió 8 años de prisión.

Por Andrea Sztychmasjter

Durante la mañana de hoy comenzaron los alegatos en el juicio que se lleva a cabo en contra de Lautaro Teruel sobre el que pesan en este proceso judicial dos denuncias.

Teruel se encuentra acusado en dos expedientes diferentes. En el primero, se encuentra acusado de los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño.

En la causa acumulada, Teruel, Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán fueron acusados del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas.

La Fiscalía solicitó 17 años para Lautaro Teruel, mientras que para sus dos amigos y compañeros de niñez del colegio Salesiano, Silvio Rodríguez y Gonzalo Farfán, pidió 8 años.

El fiscal Obeid realizó un pormenorizado detalle de la plataforma fáctica por la cual el Ministerio Público Fiscal (MPF) realizó las imputaciones y sobre la cual se basa para solicitar la pena contra Teruel.

En primer lugar el representante de MPF se refirió a la imposibilidad que Teruel haya sido menor al momento de los hechos de la primera denuncia, algo que sin embargo fue desestimado anteriormente de modo formal.

El fiscal aseguró que está probado que Lautaro le dijo a la abuela de la víctima que la niña tendría 8 o 9 años y él 20 y detalló diferentes pruebas que dan cuenta que Teruel no era menor al momento de los abusos como quiso argumentar su abogado.

Sobre los abusos precisos que se le imputan respecto a la víctima menor de edad, el fiscal contó todas las situaciones relatadas por la niña en reiteradas oportunidades y ante diferentes profesionales.

Surge así que Teruel aprovechaba que la niña jugaba con su sobrino para llevarla al baño engañada para decirle que “le mostraría un juguetito”.

Este “juguetito” al que Teruel hacía mención a la niña era nada más ni nada menos que su pene. Ya en el baño Teruel la obligó a que le realizara una felatio para luego apartarla y seguir masturbándose en su presencia.

Obeid y según los relatos de la menor, describió que el acusado “Repitió el mismo modus operandi” durante diferentes veces.

“La corrupción de menor estaba consumada agravaba y mediando un engaño. Ella ya sabía para que tenía que ir al baño de arriba”, refirió el fiscal.

Y señalò que el defensor de Teruel de mala fe le infirió a la propia víctima mientras declaró si ella de verdad creía que iba a ir a jugar con un juguetito, pero tal como lo señaló el fiscal el abusador ya había consumado su propósito.

También describió que a medida que la niña fue creciendo y al negarse a la situación en una oportunidad, el acusado ejerció violencia, la agarró de los pelos, le hizo abrir la boca y le metió su pene. “Siempre para salir del baño tuvo que practicarle una felatio”, manifestó. “Estos datos son elocuentes y verosímiles”, sostuvo.

El representante de la Fiscalía también se refirió al daño psíquico, psicológico y físico que produjeron los abusos en la menor, quien en diferentes oportunidades intentó suicidarse y se produce autolesiones.

“Calmar las aguas”

La fiscalía además se refirió al arrepentimiento y al intento de Teruel de buscar que la menor no realizara la denuncia

“Como sale a luz este hecho. Toma conocimiento de la publicación que había realizado una de las víctimas. Tuvo interés de desactivar otra denuncia y fue a verla a la abuela, mostrarse arrepentido”, señaló el fiscal.

“Tengo que pedirle perdón a esa pendeja porque se lo merece, fue una pendejada”, leyó Obeid uno de los mensajes que Teruel había dicho.

“Veía una pendeja y me quería alzar”, decía Teruel en otro de los mensajes incorporados a la causa y aseguraba el acusado que se había dado cuenta que “Una nena que no tiene noción de nada y no tiene que experimentar esas cosas. Tengo mi casa repleta de niñas. Hoy en día ya no me pasa”.

Dolo compartido

Respecto a la segunda denuncia, el fiscal también hizo referencia a los relatos de la denunciante y víctima y señaló que por su estado de ebriedad, los jóvenes se aprovecharon de la situación para someterla.

Ni Silvio Rodríguez con quien la joven accedió a tener relaciones sexuales, ni Lautaro Teruel quien abusó de la chica, ni siquiera Gonzalo Farfan quien declaró que la considera como una hermana a la víctima, ninguno de los que se decían eran sus amigos la cuidaron.

“Se ha investigado mucho la vida sexual de la víctima” criticó el fiscal respecto a las indagaciones que se le hiciera a la joven.

El fiscal también se refirió a la “mala intención de unos audios” de los imputados que dan cuenta que en ningún momento fue consentida la situación: “El consentimiento no se presume”, señaló.

Describió que en esos audios es el propio Teruel es quien compromete a sus dos amigos. Además detalló que el relato de Rodríguez fue armado a la medida para que ninguno de los dos íntimos amigos queden como responsables.