Ante la inminente construcción de la mina Lindero, ubicada en la puna salteña, estiman que los 3.000 trabajadores deberán vivir en una ciudad a construirse cerca de Tolar Grande.

Hace un par de años se anunciaba el retraso en la construcción de este negocio minero dependiente de la empresa canadiense Goldrock Mine, cuyo gerente de Asuntos Públicos, Facundo Huidobro, en ese 2014 comentaba que “Lindero será la primera mina de Oro diseminado en la provincia y una buena prueba para demostrar que es posible una minería con los más altos estándares ambientales y sociales”.

Huidobro también comentó: “Será un proyecto a cielo abierto, aunque a mí me gusta llamarlo ‘minería de superficie’. Se utilizará un proceso de minado convencional, con molienda, voladura, trituración y una lixiviación a través de un proceso de ADR para lograr un doré”.

Pasaron dos años y el inicio de la obra es inminente, por ello el secretario de Minería de la Provincia, Ricardo Salas, comentó que los planes son trabajar durante un año y medio a partir de 2017 para lo que se requerirá una pequeña ciudad, incluso más grande que Tolar Grande, que pueda bancar los cerca de tres mil trabajadores que se dispondrán.