Sin patisserie para los altos cargos del Ente Regulador, ni Swiss Medical, tampoco OSDE. El cambio de época está a pleno en el Ente Regulador de los Servicios Públicos casi como en ningún otro organismo del Estado provincial.
Este martes se contrastó que el ENRESP gastaba en los gerentes $ 20.000 en productos de pastelería, principalmente medialunas, mientras asignaba $ 32.000 para la realización de estudios sobre la potabilidad del agua. Así lo confirmó el titular de este organismo estatal, Carlos Humberto Saravia, a El Tribuno; mientras que el affaire sobre la tasa de fiscalización que debían pagar las firmas de servicios privatizadas se investiga en la justicia provincial.

Las cosas por su nombre

Sin pelos en la lengua, Saravia ejemplificó que sus antecesores en el Ente “se pagaban OSDE” y “Swiss Medical”, dos de las prepagas VIP, lo cual fue anulado por la nueva gestión. Al igual que algunos aumentos en su remuneración hechos “sin criterio y becas en al Universidad Tres de Febrero a personas que no acreditaban los estudios a distancia. Había remises contratados que se usaban sin discriminación ni necesidad», completó.
En cuanto al pago de tasa de fiscalización, el cual debían abonar Aguas del Norte y EDESA, es un asunto que se encuentra en manos del fiscal Leandro Flores, titular de la unidad de Delitos Económicos. En tanto, el ex titular del ENRESP, Jorge Figueroa Garzón, aseguró que la compensación de este pago a cambio de subsidios al servicio en casos específicos es algo que en su momento fue respaldado por la Auditoría General de la provincia.

Dedo en el enchufe

Otra de las diferencias marcadas entre Saravia y el antiguo directorio del Ente, el cual fue obligado a cesar en funciones casi a empellones, es la judicialización de la deuda reclamada a la firma EDESA. En el caso de la firma de distribución domiciliaria de energía eléctrica, ya fue intimada por el ENRESP y deberá realizar su descargo la semana que viene. Caso contrario, irá a parar el diferendo a la justicia provincial.
La gestión saenzista a cargo del Ente efectuó formalmente el reclamo por $ 152 millones adeudados en concepto de tasa de fiscalización ($ 28 millones debe Aguas del Norte) y fue otro de los ítems que relegó al incómodo rincón a Figueroa Garzón, ex titular de este organismo de control.