Lorenzetti afirmó que Rosenkrantz y Rosatti «son bienvenidos», pero no fijó fecha para la asunción.

«Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz son bienvenidos», dijo el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti. Además, el magistrado confirmó que en los próximos días «el alto tribunal les tomará juramento» a los dos juristas que el presidente Mauricio Macri nombró en comisión para integrar el máximo tribunal.

La duda giraba sobre la fecha de esa ceremonia, a partir de la cual Rosatti y Rosenkrantz pasarán formalmente a tomar parte de la Corte y a participar en los acuerdos del cuerpo.

Ayer, algunos emisarios del Gobierno le pedían a Lorenzetti que les tomara juramento a los jueces «hoy mismo», aprovechando el que prestará Juan Bautista Mahiques, el nuevo representante del presidente Macri en el Consejo de la Magistratura.

 

Lorenzetti, que tiene muy buena relación con Rosenkrantz y Rosatti, evitó sin embargo dar precisiones sobre la fecha del juramento y tampoco quiso opinar sobre el mecanismo elegido por el primer mandatario para hacer esas nominaciones.

 

Puertas adentro, durante el habitual acuerdo de ministros, LA NACION pudo saber que los jueces analizaron informal pero largamente la decisión que tomó Macri. Pero ese es un tema que no es justiciable y la conversación trató simplemente de esclarecer las motivaciones que habrían llevado al Presidente a esa designación.

Sin embargo, la Corte mantiene una buena relación con Macri y, públicamente, Lorenzetti quiso dejar bien en claro la posición institucional del cuerpo: «Sobre el procedimiento, quiero decir muy claramente que no tenemos ninguna opinión que dar al respecto, porque ésa es una opinión que corresponde al Presidente. Es su decisión y la resolverá luego a través del trámite previsto con el Parlamento», afirmó el magistrado.

Anteayer, Macri, en lugar de buscar el acuerdo del Senado para nombrar a Rosatti y a Rosenkrantz, sorprendió a todos cuando ejerció una atribución que expresamente le confiere el artículo 99 inciso 19 de la Constitución nacional, pero que fue muy poco utilizada en toda la historia argentina: nombrar jueces en comisión, una facultad que le permite cubrir las vacantes hasta que el Senado, antes del 30 de noviembre del año próximo, confirme o rechace esos nombramientos.

Durante el fin de semana, Macri le había anticipado a Lorenzetti el nombre de los candidatos elegidos y el juez manifestó su agrado con la elección, porque entendió que Macri estaba dando a la Corte una señal de buena convivencia. Esa conversación también se repitió en la noche del lunes, cuando el Presidente, por cortesía, mantuvo una breve comunicación con el titular del alto tribunal.

Según distintas fuentes consultadas por LA NACION -tanto en la Corte como en el Gobierno- , Macri nunca le anticipó a Lorenzetti el mecanismo que iba a utilizar para avanzar con sus nominaciones.

Por cierto, la Corte no tiene ningún tema que preocupe a Macri. Y cualquier decreto de necesidad y urgencia que éste pudiera dictar en las próximas semanas -mientras el Congreso está en receso- tardará mucho en llegar a estudio del tribunal.

Pero el flamante presidente quiso dar un golpe de efecto y dejar en claro, en los primeros días de su gestión, que no será un gestor débil. Por eso, recurrió a ese procedimiento, que le deparó muchas y fuertes críticas de la oposición, e incluso de varios dirigentes radicales.

Ayer, en la Corte, donde se celebró un homenaje de despedida a Carlos Fayt -que finalizó 32 años de labor como ministro del máximo tribunal-, todos los jueces se expresaban elogiosamente respecto de los dos candidatos elegidos por Macri. «Son dos juristas de «. Ayer, sin embargo, el máximo tribunal buscaba la forma más elegante de avanzar con los juramentos.

Fuente: La Nación