La activista María Galindo se acercó hasta el hotel en el que eLuis Fernando Camacho se hospedaba en La Paz, para entregarle una carta que, al final, el representante del Comité Cívico pro Santa Cruz nunca recibió. ¿Qué decía esa misiva?
La carta que el colectivo Mujeres Creando redactó para Camacho no llegó a destinatario, pero a continuación puede leer lo que dice.
Carta abierta a Luis Fernando Camacho
presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz
Lo primero que queremos expresarte como movimiento feminista es que no nos representas y que no puedes hablar a nuestro nombre y seguramente tampoco puedes hablar a nombre de muchas bolivianas y bolivianos. Tú representas al Comité Cívico Pro Santa Cruz que no es un ente democrático, sino que es la representación de la oligarquía cruceña responsable del incendio en el bosque chiquitano. Es por eso que en la asamblea de la cruceñidad donde se presentaron nuestras compañeras junto a residentes roboreceños a pedir tomar la palabra promovisteque las saquen a insultos y empujones. Así no se puede reclamar democracia, ni construir democracia. Los cabildos no son escenarios democráticos, sino que son escenarios armados donde te has encaramado para aprovecharte de la lucha de cientos de miles de jóvenes hombres y mujeres, y de todos los sectores que repudiamos el fraude electoral cometido por el gobierno de Evo Morales.
La Union Juvenil Cruceñista, que es tu grupo principal de apoyo,es una organización fascista y racista que promueve la violencia y el matonaje en la ciudad de Santa Cruz. Tu brazo derecho, el abogado Jerjes Justiniano Atalá, ha sido el defensor de los violadores de la “manada” en Santa Cruz. Eso no es casual, ustedes quieren promover un régimen machista y violento contra las mujeres, ustedes promueven una machocracia no una democracia. Por esa razón te pedimos que no hables en nuestro nombre.
Tú no eres el propietario de la lucha por la democracia, no te la has comprado, la lucha por democracia es de las nuevas generaciones que tienen luchas contra el ecocidio y los derechos de los animales, mujeres que luchan por la despenalización del aborto y el respeto de todas las libertades de las mujeres, lo que incluye la libertad de salir a disfrutar de la vida sin el riesgo de ser violada, acosada, ni asesinada, que es el régimen que defiende tu abogado al defender a la manada de violadores. No todo se compra con plata, señor Camacho, y nosotras y nuestras luchas no están en venta.
Te llaman líder y te ensalzan como enviado de Dios y como en Santa Cruz prepondera el machismo, mujeres y hombres te han apodado el “macho Camacho”. Nosotras sabemos que, aparte de macho, también eres un facho. En tus discursos has tomado la estrategia de hablar de Dios, porque en el fondo no tienes propuestas de país, ni estás con l@s pobres. Bolivia tiene una Constitución Política del Estado que Evo Morales no respeta, pero tú tampoco respetas. Nuestra Constitución indica que Bolivia es un Estado laico, eso significa —por si no lo entiendeso no lo sabes— que los asuntos religiosos, a los que tod@ bolivian@ tiene derecho, no son asuntos del Estado y viceversa.
Llevas casi un mes montado sobre el malestar de la población que exige respetoal voto del referéndum del 21F y también al de las elecciones del 20 de octubre. Y en tan solo un mes, se han pateado collas, agredido mujeres que trabajan en las calles, mujeres que circulan en bicis, cantantes en protestas, porque sin consultar con el pueblo has decretado que «por Santa Cruz no se mueve ni un cepe», a excepción de los autos lujosos de tus amigos. Y tus huestes y la gente más reaccionaria han salido a las calles a hacer cumplir su palabra mejor que la policía de Evo Morales.
Te has puesto como un caudillo, como un salvador frente a otro tipo de tirano que al igual que tú comenzó por nombrarse el representante del pueblo, uno que ni siquiera tienedemandas más allá del respeto del voto. Lo que tú y tu grupo de cívicos defienden no es la democracia, sino su propia angurria de poder. Por eso han abandonado a l@s jóvenes que fueron a buscarte al aeropuerto de El Alto. Sin siquiera dirigirles la palabra, subiste con tu tropa de paramilitares en autos de lujo para dirigirte a tu hotel de lujo. Por eso no encabezan las marchas ni arriesgan sus vidas como lo hacen l@s jóvenes y ninguno de ustedes lo hace. Se alimentan de la muerte, celebran la muerte y se justifican en ella.
Hablamos como feministas que no queremos ser las cocineras de “rotonda”, ni las misses que adornen sus farras y las de sus huestes. Ustedes defienden la machocracia, donde solo hombres pueden hablar de política y del futuro del país, donde las mujeres existen como adornos, como reinas de comparsas o están agrupadas en comités cívicos para ser esposas sumisas bordabanderas y secundonas de los machos y sus machismos.
La despenalizacion del aborto es urgente para acabar con la hipocresía de que las mujeres de la clase alta aborten en clínicas privadas y sean las mujeres pobres las condenadas a muerte en abortos insanos que las llevan a muerte por hemorragia. Esos son los problemas profundos de la sociedad boliviana. Hacer parir una niña violada con rezos hasta morir, esa es la machocracia que usted propone a las mujeres bolivianas.
Camacho,tú no nos representas, esta lucha es de la gente de a pie que exige nuevas elecciones y un nuevo tribunal para que el próximo gobernante respete nuestros bosques, nos garantice salud, educación, trabajo y el respeto a las libertades sexuales que han sido pisoteadas por el gobierno de Evo Morales y queen tu discurso conservador y homofóbico también promueves. ¿Qué van a hacer los gays que están a tu lado? ¿Tendrán que vivir hipócritamente otros 50 años? ¿Las lesbianas serán repudiadas y perseguidas? Las y los transexuales que representamos las libertades sexuales somos también bolivianas y tenemos el mismo pedazo de país que tienes tú, ni más ni menos.
Los pueblos indígenas en Bolivia han luchado por este Estado plurinacional, que significa el respeto de sus derechos y sobretodo el derecho a sus territorios. ¿Qué va a pasar con los derechos de los pueblos indígenas en manos de una oligarquía racista y terrateniente que los quiere de peones gratuitos de la zafra, pero no de interlocutores del país que queremos? En la Santa Cruz que manejas se ha exigido a una mujer afro mostrar su carnet de boliviana para poder pasar, convirtiéndola en paria de su propia tierra.
No necesitamos a ningún caudillo que nos salve, ni nos guie,ni nos mande.
El caudillismo ha sido una enfermedad machista de la historia de Bolivia. Pasar de un caudillo a otro es como curar una enfermedad con veneno y es eso lo que usted representa: el veneno del caudillismo en las venas de la sociedad boliviana.