Joaquín Morales Sola redactó su columna dominguera dándole la bienvenida a una generación de políticos que, a su entender, por haber nacido después de la dictadura desconocen “la violencia” y aman el consenso. Allí incluye a Urtubey.

“Los que vendrán son otra cosa. Bienvenidos. Era hora de que llegara una generación sin la necesidad de explicar el mundo con una conspiración y sin líderes ungidos en semidioses. Daniel Scioli tiene 58 años y tenía 16 cuando comenzó el momento más dramático de la ordalía de sangre durante el gobierno de Isabel Perón, que continuó con los militares. Mauricio Macri, de 56 años, tenía 14 en aquella época en que la vida no valía nada”, reza algunos de los párrafos redactado por Joaquín Morales Sola en el diario La Nación.

“Macri y Scioli son, además, casos especiales, porque ninguno de los dos se interesó por la política hasta mucho tiempo después de la instauración democrática”. Sigue el escrito que recuerda que Macri trabajó en las empresas de su padre y se dedicó luego a Boca mientras Scioli también trabajó con su padre hasta que se independizó en los años 90 (abrió un enorme comercio de artículos importados en Santa Fe y Callao) y se dedicó a la motonáutica. “Compartieron siempre el gusto por las mujeres hermosas, pero sufrieron también momentos dramáticos. Scioli perdió un brazo en un accidente deportivo y Macri fue secuestrado por una banda de crueles comisarios. Son auténticos hijos de la democracia porque la política les fue indiferente, por edad y pertenencia social, en los años en que la violencia asolaba por izquierda y por derecha”.

Ahí nomás, el periodista estrella de La Nación celebra que la generación que viene fueran niños en los años 70: Sergio Massa tenía tres años cuando sucedió el golpe militar; Juan Manuel Urtubey tenía seis; María Eugenia Vidal dos; Horacio Rodríguez Larreta diez; Marcos Peña no había nacido en 1976. “Massa y Urtubey serán protagonistas esenciales de la política por venir porque ya se entrevé la competencia que habrá entre ellos por el liderazgo de la renovación peronista. Renovación inevitable porque el peronismo sabe que, para aspirar a un futuro de poder, necesitará dejar atrás al kirchnerismo”, precisa el escrito.