El gobernador entregó cuatro hectáreas de la provincia para el culto a la mamita de Quillacollo. Desde que asumió Urtubey en 2007, la Iglesia católica salteña no invirtió un peso en el sistema inmobiliario. Todo fue por comodatos de inmuebles estatales o la cesión gratuita de propiedades públicas.

Esta vez el gobernador le entregó a su religión cuatro hectáreas para el culto a la Virgen de Urkupiña. La cesión es por el momento en concepto de comodato. Después de todo no se trata de un culto muy aceptado por la alta sociedad y en definitiva siempre hay tiempo para regalar tierras públicas a la curia católica, conducida por Mario Cargnello quien nunca ocultó su poco aprecio por una manifestación de fe tan latinoamericana.

La entrega de las cuatro hectáreas es por veinte años y tienen por destino “la construcción del santuario de la virgen”. Por el momento no se anunció la inversión estatal en el templo, pero se descarta que la ofrenda será con fondos públicos.

Las cuatro hectáreas fueron adjudicadas por decreto 3598/14, firmado por Juan Urtubey, Carlos Parodi y Ramiro Simón Padrós. El documento oficial dispuso otorgar “en carácter de Comodato, a favor del Arzobispado de Salta, el inmueble individualizado con Matrícula N° 170.240 del Departamento Capital, de propiedad de la Provincia de Salta”.

También, mediante este decreto, el gobernador autorizó al “Fondo de Administración y Disposición de los Bienes Muebles e Inmuebles del Estado Provincial (F.A.D.M.I.) a la confección y suscripción del Contrato de Comodato respectivo, como así a llevar a cabo el control de su cumplimiento”. Esta desconocida dependencia pública (FADMI) administra todas las tierras públicas de Salta dentro y fuera de la provincia. La oficina que silenciosamente funciona en calle Alvarado casi Córdoba, es un verdadero coto de caza, donde propiedades millonarias se reparten como porciones de pizza.

Cabe destacar que en este caso las cuatro hectáreas fueron entregadas a pedido del arzobispado y con una ubicación especificada por la iglesia, en zona sudeste. En el decreto U figura el pedido de la iglesia: “considerando que la fracción de terreno solicitada por el Arzobispado de Salta pertenece al inmueble” de “propiedad de la Provincia de Salta” y que “en atención al interés público y social merituado, se estima conveniente autorizar un convenio de comodato a favor del Arzobispado de Salta, cuyo objeto sea la construcción del Santuario de la Virgen de Urkupiña”.

Aunque en el decreto no se hace referencia a la ubicación geográfica caprichosa elegida por la iglesia de Mario Cargnello, es evidente que la Virgen del Urkupiña no merecía estar cerca del centro, o de las zonas “residenciales”, de una Salta blanca y de El Milagro. La tierra no se paga, el templo seguro se construye, a cambio tanta alegría caporal, es mejor que esté lejos…..por los cohetes, vio?