El partido, aliado de Mauricio Macri, espera para esta semana definiciones clave en la estructura de poder del próximo gobierno; deben decidir quién preside el comité nacional tras la salida de Sanz. 

Impacto por el retiro disruptivo de Ernesto Sanz. Dudas sobre su futuro en la coalición. Alivio por el peso relativo en el gabinete. Todas esas sensaciones convivieron en el ánimo de la UCR en la semana de estreno de su alianza con Mauricio Macri ya como presidente electo.

Pero la semana que hoy empieza promete ser tanto o más intensa: antes del viernes, el radicalismo sabrá si habrá ubicado a uno de los suyos en la estratégica presidencia provisional del Senado -segundo cargo en la línea sucesoria presidencial- y tendrá definido el nombre del próximo presidente del partido, cargo que deja Sanz.

El Senado elegirá autoridades el jueves. La tradición indica que la presidencia provisional le corresponde al oficialismo. Sin embargo, tal como informó LA NACION ayer, algunas voces en el Senado, más vinculadas al cristinismo, deslizan que el PJ podría retener el cargo para un hombre propio y repetir el escenario de noviembre de 2001, cuando después de las elecciones legislativas de octubre de aquel año reemplazó al radical Mario Losada por el peronista Ramón Puerta, en plena crisis.

Hasta antes del ballottage, el ex vicepresidente Julio Cobos era número puesto para ocupar la presidencia provisional. Pese al resquemor y la desconfianza que sigue generando en una parte del partido, el mendocino no sólo fue el radical más votado este año, sino que terminó aceptando el pacto con Macri y haciendo campaña activa por él en su provincia, Mendoza, donde Cambiemos sacó casi 58 puntos en la segunda vuelta.

La postulación de Cobos empezó a perder peso con la aparición de otros nombres, como el del chubutense Mario Cimadevilla, pero sobre todo empezó a circular el del pampeano Juan Carlos Marino, que cuenta con el respaldo de Enrique «Coti» Nosiglia. El histórico operador radical no quiere saber nada con que Cobos ocupe un lugar de tanta influencia en el Senado.

Nuevo jefe

Un capítulo aparte es la presidencia del comité nacional de la UCR. En su carta del lunes pasado, Sanz no sólo avisó que no integraría el gabinete de Macri, sino que también rechazó una eventual reelección al frente del partido. Su mandato vence el domingo próximo.

En rigor, que Sanz no sería candidato se sabía desde hacía tiempo, cuando el senador mendocino dejó de ser delegado del partido por su provincia.

En la misma situación están José Cano, que manejará el Plan Belgrano, y Luis Naidenoff, otro de los nombres que sonaron en los últimos días.

¿Quién podría ocupar el lugar de Sanz al frente del comité nacional? Vuelven a aparecer Cobos y Cimadevilla y se suman el actual titular de la AGN, Leandro Despouy, y Oscar Aguad, designado ministro de Comunicaciones.

La UCR quiere llegar al viernes próximo, día de la elección, con una lista de consenso. No tiene candidatos fuertes como para sacarle provecho a una competencia y tampoco quiere abrir frentes internos cuando necesita mostrar cohesión para enfrentar los primeros pasos de la convivencia con Macri.

Por eso, la atención está centrada en la presidencia provisional del Senado, mucho más que en la conducción del partido.

Rol clave en el Congreso

Relegados de los ministerios políticos, los radicales tienen bien claro que será en el Congreso y no en el gabinete donde podrán hacer valer su poder de fuego. Sin mayoría en ninguna de las dos cámaras, la UCR tendrá 11 senadores y 44 diputados a partir del 10 de diciembre. De hecho, primero se definirá la presidencia provisional, el jueves, y al día siguiente se elegirá al próximo jefe del radicalismo.

«Se está negociando en tándem y hasta que no esté la provisional nadie va a pensar demasiado en el partido», resumió, al describir el clima que atraviesa a la UCR, un dirigente al tanto de las conversaciones para cubrir los dos espacios.

Además, todos descuentan que el sucesor de Sanz no tendrá mayores inconvenientes para sumarse a la mesa de diálogo con Pro que, desde el 10 de diciembre, encabezarán el jefe de la bancada radical en Diputados, Mario Negri, y su par en el Senado, Ángel Rozas.

Más adelante llegará la pelea por las presidencias de las comisiones. También por tradición, la dirección de las más importantes, como Acuerdos, Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda, se cede al oficialismo, aun cuando no tenga mayoría. Eso -y también si Macri convocará a sesiones extraordinarias- se sabrá recién después del 10 de diciembre.

Antes del traspaso, la UCR debe resolver, así, dos incógnitas cruciales que moldearán su futuro como partido y como socio del partido de gobierno.

Fuente: La Nación