Urtubey corrió a Nueva York para seguir los pasos de quienes se ofertan como seres de confianza para los EEUU. El salteño no mintió ante los hombres y mujeres del norte: habló de las bondades de la nula presión tributaria en una provincia que supera el límite permitido para tierras extranjerizadas. (Daniel Avalos)

La tanda que le tocó al gobernador salteño no estuvo conformada por presidenciables, pero sí por alfiles de presidenciables: Gabriela Michetti del PRO de Macri y Margarita Stolbizer, diputada por el GEN que apuesta a la candidatura presidencial de Hermes Binner.

Todos llegaron a la Gran Manzana el día lunes, y el martes les tocó disertar en el Consejo de las Américas. La presentación de Urtubey, según el parte difundido por el propio gobierno, fue de una honestidad brutal en lo que a materia impositiva se refiere. Y es que, después de los clichés de rigor (la importancia del consenso, la necesidad de continuar con la inversión en el área social, la enumeración de las oportunidades de crecimiento que ofrecen el país y Salta, o la necesidad de profundizar políticas laborales y educativas), Urtubey fue al grano y habló de lo que a los potenciales inversores realmente interesa: la política tributaria, a la que presentó de esta manera: “En mi provincia he dispuesto políticas sobre la materia que se desarrollan con éxito”.

El análisis de esa política tributaria exitosa muestra que en el éxito privado radica la derrota de una provincia cuya estrechez tributaria asusta. Combinación que suele interesar mucho al auditorio al que se dirigió el Gobernador y cuyas características precisó el mismo Urtubey cuando Clarín le preguntó por qué todos van a EEUU, y la respuesta gaucha fue: “Este es un lugar donde hay inversionistas y por eso es importante que se conozcan nuestras prioridades” (Clarín, 25/03/14).

El azar ha querido que esa política “exitosa” expuesta en New York pueda explorarse. Y es que, justo en esta semana, el Registro Nacional de Tierras Rurales (RNTR) indicó que en Salta el grado de extranjerización de predios dedicados a distinto tipo de explotaciones agrícolas y pecuarias está por encima de lo permitido por la ley; y un informe de la Auditoria de la Provincia precisa sobre la magra recaudación provincial en concepto de Impuesto Inmobiliario Rural, justamente el que pagan las grandes extensiones de tierra.

Salteños…a los datos

Lo primero pudo confirmarse con el estudio del RNTR publicado en El Tribuno, que luego de analizar las declaraciones juradas presentadas por ciudadanos y empresas del exterior, la información provincial catastral y dominial, las direcciones de Personas Jurídicas y organismos nacionales como la Dirección Nacional de Fronteras y de Migraciones e Instituto Geográfico Nacional; concluyó que Cerrillos, Cafayate, General Güemes, Guachipas, La Viña, Molinos, Orán y San Carlos, son los departamentos salteños que superan el límite establecido de 15% de posesión de propiedades agropecuarias en manos de extranjeros. Tope, recordémoslo, que fue establecido por la Ley 26.737 de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de Tierras Rurales, sancionada en diciembre de 2011.

Esa situación está lejos de representar grandes ingresos para el fisco provincial y para confirmarlo un informe de Auditoría publicado en la web del organismo el pasado 11 de marzo vino a nuestro auxilio. El mismo tenía por objeto evaluar el trabajo de la Dirección General de Rentas de la provincia a partir de la recaudación del llamado Impuesto Inmobiliario Rural durante el año 2011. Los auditores celebraron la prolijidad del organismo para recaudar y también celebraron algo que no debería festejarse tanto: en ese año, en concepto del mencionado tributo, se recaudó un total de $18.178.629, cuando las proyecciones presupuestarias estimaban llegar $9.204.450.

La diferencia positiva entre lo realmente recaudado y lo planificado, no deja de ser indignante para cualquier salteño, aunque es auspiciante para algún inversor extranjero que podría hacer el siguiente razonamiento: en Salta se puede incumplir la ley superando los límites permitidos de tierras en manos extranjeras y, por si esto fuera poco, tener tierra en Salta dedicada a la producción para la exportación no supone presión tributaria alguna. Datos aportados por la Sociedad Rural Salteña para ese mismo 2011 lo confirman: sólo la tierra dedicada a la plantación de soja, poroto, algodón y maní en la provincia llegaba entonces a 842.010 hectáreas, discriminadas de la siguiente manera: soja, 603.445; poroto, 225.890; algodón, 9.915; maní, 4.760 (www.ruraldesalta.org.ar/revista-nota.php?id=106449). Los millones de pesos que esas hectáreas generan por el negocio de la exportación no se condicen con los 18 millones de pesos recaudados por impuestos que en aquel 2011 representaron solo el 0,25% del presupuesto provincial que fue de $7.163.220.461.

Paraíso empresarial

No miente Urtubey, entonces,  cuando asegura que esa anemia impositiva es producto de un plan perfectamente monitoreado. Después de todo, en el mensaje del presupuesto enviado a la Cámara de Diputados en diciembre del año pasado puede leerse lo siguiente: “Desde el comienzo de la gestión se vino aplicando una política tributaria estable, sin incremento de la presión fiscal ni de alícuotas (…) El principal objetivo consiste en dinamizar la actividad económica en la provincia, a costa de resignar mayor recaudación” (sic). A contramano de la última oración, el mismo gobierno declara que “el Impuesto Inmobiliario Rural mejoró su caudal como consecuencia del trabajo realizado para el revalúo de los valores fiscales de los catastros rurales de la provincia, cuya aplicación comenzó en el año 2010”.

Aquí sí, el Gobierno está faltando a la verdad: los incrementos son nominales y no porcentuales, con lo cual la recaudación suma algunos ceros por la inflación. La no adecuación entre lo que el Gobierno dice y la realidad indica, puede corroborarse con la comparación entre lo recaudado por ese impuesto en 2011 y lo que se recaudará en el año en curso. Y es que, según el presupuesto provincial 2014, en concepto del impuesto en cuestión entrarán al fisco $45.654.414: es decir, el 0,28% del presupuesto total de la provincia, que es de $15.782.128.826. Porcentaje similar al de 2011.