Sumado al escándalo por la denuncia de incompatibilidad de los negocios extra que tenían los altos funcionarios de Ente regulador de la timba salteña, ahora se informa de maniobras fiscales desde 2008 para pagar sueldos en negro que engrosarían los recibidos por funcionarios de segunda línea y otros allegados.
En una nota de El Tribuno se informa que cada mes, desde la cuenta corriente del Enreja en el Banco Macro, se extraían $54.500 en dos cheques que servirían para incrementar, bajo poncho, los sueldos de los tres directores, el coordinador jurídico, coordinadora contable y 8 funcionarios de menor rango que también se beneficiaban con la repartija.
Las órdenes de pago eran firmadas por las autoridades del Enreja bajo el concepto de “responsabilidad en el cargo”, informa el diario. De esta manera podían hacer como que no pasaba nada y zafar de las explicaciones que, de todas maneras, nunca fueron pedidas por nadie, ni siquiera el organismo provincial encargado de auditarlo todo.