Culminó la semana del juicio que se lleva a cabo contra el primer obispo emérito acusado por abuso sexual en perjuicio de dos exseminaristas. Los alegatos serán el próximo jueves. Gustavo Zanchetta podría ser condenado a una pena de entre tres y diez años de prisión. (Por Andrea Sztychmasjter)

En 2017 Gustavo Zanchetta (57) anunciaba mediante una carta a la comunidad —y de manera sorpresiva— su renuncia a la sede episcopal por “un problema de salud” cuya recuperación era imposible de seguir en Salta, lo que motivó su alejamiento en cuestión de horas, sin despedirse de los feligreses ni de sus sacerdotes. Se supo después que se encontraba en la arquidiócesis de Corrientes, donde había sido recibido como huésped por el monseñor Andrés Stanovnik.

Zanchetta llegó a Salta en 2013 al ser designado obispo de Orán, antes de eso en 1991 había sido ordenado sacerdote en Quilmes por el obispo Jorge Novak, también fue vicario de la catedral de Quilmes y párroco de San Francisco de Asís, de Berazategui, y entre septiembre de 1998 y junio de 2000 realizó estudios de especialización teológica en el Pontificio Colegio Pio Latinoamericano de Roma.

Cuando volvió fue vicario episcopal de Asuntos Económicos en la diócesis de Quilmes y subsecretario ejecutivo de la Conferencia Episcopal. Como obispo de Orán, cargo en el que estuvo entre julio de 2013 y el mismo mes de 2017, fue mediador en varios conflictos sociales.

En febrero de 2016, la entonces ministra de Justicia y Derechos Humanos, hoy diputada nacional Pamela Calletti, junto a Zanchetta, y al diputado por el departamento Orán e hijo del intendente, Baltasar Lara Gros, destacaban el trabajo del refugio temporal para mujeres víctimas de violencia de Orán. Inaugurado en 2015 por el entonces gobernador Urtubey, el Gobierno de la Provincia y la Diócesis de Orán habían firmado un convenio de mutua colaboración en el que el obispado se comprometía a administrar, dirigir y sostener el refugio con un grupo de profesionales y colaboradores, con quienes se conformó un equipo de voluntariado, mientras que la Provincia se comprometía a financiar, asesorar y capacitar. En 2018 las trabajadoras denunciaban el cierre del refugio y el adeudamiento de sueldos.

Fue nombrado por el Papa asesor del Apsa, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, en diciembre de 2017, y fue suspendido de ese cargo un año más tarde, al trascender la existencia de acusaciones en su contra. Residió hasta hace poco en Santa Marta, el mismo hotel para eclesiásticos donde vive el Papa.

Las fotos

Fue en septiembre de 2015 cuando Luis Amancio Díaz, secretario del Obispado, descubrió unas imágenes pornográficas y promovió una denuncia interna contra el religioso.

El ex Obispo le había pedido que bajara de su teléfono unas fotos que había sacado en la ciudad de Salta por la firma de un convenio, y otras del arreglo del campanario de la Catedral de Orán. Eran para subirlas a la cuenta de Facebook de la Diócesis. Mientras seleccionaba las fotos, Díaz encontró una serie de imágenes de sexo explícito entre jóvenes -según describió- almacenadas en la carpeta de WhatsApp. Pero eso no fue todo: también halló varias selfies en las que Zanchetta aparecía «desnudo, mostrando sus genitales y en actitudes masturbatorias».

Las denuncias

Fueron dos exseminaristas quienes denunciaron formalmente por abuso sexual al obispo emérito. La primera presentación fue el 6 de febrero de 2019; allí aseguró haber sufrido abuso sexual en 2017, en el edificio del Seminario Juan XXIII de la ciudad de Orán, y en un domicilio particular del pueblito de Los Toldos.

Poco más de un mes después, llegó la otra denuncia por episodios de significación sexual y conductas inapropiadas “frente al público y en el ámbito privado” en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la casa del obispo. El denunciante planteó que los hechos se repetían desde 2016.

Zanchetta está imputado como autor del delito de abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de G.F.L.G. y M.C.

El tribunal que lo juzga está integrado por los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos. En el juicio interviene la Unidad Fiscal creada específicamente para este caso, conformada por Pablo Rivero y Soledad Filtrin Cuezzo. La defensa está a cargo del defensor oficial Enzo Giannotti.

Los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán fijaron para el próximo jueves 3 de marzo desde las 10.15 la audiencia para el desarrollo de los alegatos de las partes

En Italia

El medio italiano «ilmessaggero», aseguró que es el caso más incómodo y vergonzoso de abuso y mala conducta que existe en la curia, precisamente por los vínculos evidentes con el pontífice y se refirió a la amistad que los une.

El medio italiano también señaló que los archivos vaticanos que nunca llegaron a la Argentina debieron llegar, en base a una norma aprobada en 2019 por el Pontífice («las denuncias, los juicios y las decisiones relativas a delitos no están amparadas por el secreto pontificio» ni siquiera en materia de abuso de menores).

Zanchetta, quien hasta hace muy poco había sido visto en Santa Marta donde vive y trabaja, había renunciado al cargo de obispo por motivos de salud en agosto de 2017. Las acusaciones de abuso habían llegado a la nunciatura en Buenos Aires, también porque Zanchetta fue nombrado obispo en 2013 por el Papa Francisco.

Zancetta fue sacerdote de Quilmes pero según se supo se fue con serias denuncias sobre sus espaldas, a pesar de las cuáles fue ordenado Obispo de Orán,  en reemplazo de otro quilmeño, Marcelo Colombo.

Poco después de la designación de Zachetta como obispo de Orán, en 2013, se colgó en la página de internet Change.org una petición pública urgiendo al Papa a revisar el nombramiento. La firmaron Santiago Spadafora, médico personal y estrecho colaborador del fallecido obispo Jorge Novak, y otro centenar de laicos y docentes de los colegios religiosos que Zanchetta había administrado hasta junio de 2013 como vicario de Asuntos Económicos y apoderado general de la Diócesis de Quilmes.