La carrera desenfrenada por rankear para el aporte solidario del 15 % agitó hasta el límite el entusiasmo de los funcionarios provinciales, enlistados en el saenzismo. A tal punto llegó esta búsqueda de la meta hacia la “niña bonita”, como se conoce en la quiniela a este número, que algunos se llevan cualquier obstáculo por delante, entre ellos las conjugaciones verbales.
En este trámite, el emergentólogo Gastón Galíndez se mandó el fin de semana para el Centro Cívico de Limache, el ex solar pipí cucú de las kermesses y mercachiflerío que ahora servirá para asistir eventuales casos leves de infección por el virus hoy tan renombrado.
El propio GG, hoy Secre Administrativo de la Cámara baja provincial, twitteó este lunes que “el sábado junto al director Francisco Escudero recorrí el centro de convenciones”, dijo en este mix entre la primera personal del singular y la primera del plural. El sucesor de José Alferi detalló que el otrora CCL “cuenta con una capacidad de 140 camas, sala de rayos X, cocina y un laboratorio”. Sin embargo, confió: “Esperemos no tener que utilizarlo”. Igual decimos.