Los directivos albos consensuaron con F.A.A. las salidas de González, Acosta y Rovira. Y el plantel logró un cometido.
El desenlace final arribó a Gimnasia y Tiro, luego de varios días turbulentos y confusos, a la espera de que llegue la paz interna que les permita a todos salir de esta mal momento futbolístico. El “tire y afloje” entre jugadores y dirigentes concluyó, porque ayer se terminaron de concretar legalmente los despidos de Cesar González, Claudio Acosta y Gonzalo Rovira, desafectados por la frágil inestabilidad económica que afecta al albo; pero a su vez, los futbolistas que permanecen en el club lograron que se clarifiquen cuestiones contractuales a su favor.
Los tres jugadores en cuestión rescindieron sus contratos y le dieron fin a la “novela” que arrancó en la semana, cuando el plantel le propuso a los dirigencia un acuerdo para que no se despida a los futbolistas apuntados. Lo cierto es que ayer irrumpieron en Salta dos representantes de Futbolista Agremiados para asesorar a los jugadores despedidos, quienes recalaron en Salta por pedido expreso de los futbolistas.
El día turbulento y movido comenzó en la tarde de ayer, cuando los muchachos de Salvador Ragusa decidieron, con la venia del DT Ragusa, suspender la práctica, e impusieron una reunión entre dirigentes, el plantel en su totalidad y los representantes de Agremiados, a fin de que la novela de la desafectación de los tres jugadores en cuestión tenga un final feliz para los futbolistas.
En el cónclave, que se llevó a cabo en un hotel céntrico, no faltó nadie. Asistió gran parte de la subcomisión de fútbol y Osbaldo Montaldi, en representación del órgano fiduciario.
“Ya está la rescisión de los contratos, no son más jugadores de Gimnasia y Tiro. Fue un bueno arreglo, tanto para los jugadores como para el club. El plantel fue a entrenar, así que terminó todo en paz como corresponde”, explicó Raúl López, en diálogo con El Tribuno, tras la reunión. El directivo millonario no ocultó su enfado por la manera en que obraron los jugadores dados de baja, ya que “no hacia falta esto, no estábamos debiendo plata de sueldos ni mucho menos. Eso le hicimos saber a la gente de Agremiados que vino desde Buenos Aires (Cristian Aragón y Darío Checchia)”.
¿Pero cómo se solucionó? Se firmó un acta, que hoy será ratificada mediante un escribano público, por lo que los jugadores despedidos dejaron de pertenecer al club, y la entidad millonaria no correrá con gastos de liquidación, pero tampoco los futbolistas quedarán desamparados por el gremio que los cobija. Además, la “movida” del plantel permitió que se mejore su situación contractual con el albo, ya que la mediación de Agremiados logró que el club les cediera los contratos a quienes hoy tienen vínculos profesionales.
En este sentido, más allá de la partida de tres integrantes del plantel que le dejará a Ragusa un plantel corto y diezmado, la dirigencia se salió con la suya al efectivizar los despidos; y los futbolistas que siguen en el club lograron también un cometido.
Recalculando …
Luego de un día de furia, Salvador Ragusa pudo realizar al fin su ensayo de fútbol formal, pero lo hizo por la noche en la cancha de la Liga. El Profe tendrá que lidiar con otro problema: Matías Ceballos sumó su quinta amarilla, pese a los cálculos que se llevaban en el club y que indicaban que solo acumulaba cuatro. Además, Franco Ascencio está en duda por una distensión. Como dato de color, Sergio Plaza (AC) y Víctor Cuellar (PF) jugaron para los suplentes, hecho que refleja lo corto que quedó el plantel.
Fuente: El Tribuno