Los efectivos fueron puestos a disponibilidad por «falacias en el desempeño policial». El destacamento había recibido numerosas denuncias por torturas y vejaciones.
El ministerio de Seguridad dispuso el pase a disponibilidad de ocho efectivos de la comisaría 43 de Embarcación tras detectar falencias en el desempeño policial durante un procedimiento realizado el 29 de diciembre pasado. Los hechos fueron detectados y corroborados por la oficina de asuntos internos.
El 29 de diciembre pasado, según relataron los denunciantes, la policía ingresó en un local bailable y detuvo arbitrariamente a varias personas, entre ellas al dueño del boliche. Todos estuvieron diez días presos.
Los mismos efectivos participaron de la represión a la comunidad wichí y fueron denunciados en más de diez ocasiones por vejámenes y torturas. Una mujer perdió un embarazo producto de los golpes, un hombre sufrió un desplazamiento de clavícula con tres costillas rotas y se investiga la muerte de un docente diabético cuyo certificado señala que murió por insuficiencia cardio respiratoria.
Según apuntaron varios testigos, la comisaría tiene un habitáculo denominado «la cocina», donde trasladan a los detenidos para someterlos a golpes y torturas de todo tipo.
En lo que refiere al hecho puntual del 29 de diciembre, se determinó que hubo incumplimientos de protocolos de actuación operativa por lo que el Ministro de Seguridad ordenó sancionar a los responsables. Todos pasaron a disponibilidad, con retiro del arma reglamentaria.
La investigación es independiente de la causa que está radicada en el Juzgado de Garantía 1, a cargo de Nelson Aramayo, quien había ordenado en diciembre pasado la detención de personas mayores de edad por “Obstrucción a la Justicia, Atentado a la autoridad y Lesiones”.