Ocurrió el 15 de enero de 1944 en la localidad La Laja, durante largos 7 segundos devastó casi el 80% de la provincia, a la fecha es considerado como la tragedia natural más grande que enfrentó la Argentina. Su intensidad máxima fue de 9 grados en la Escala de Mercalli modificada y de 7,4 grados de magnitud en la Escala de Richter. Dejó un saldo de 10.000 muertos, aproximadamente.

 

El lunes pasado la provincia de San Juan tuvo un sismo de 6,4 grados en la Escala de Richter. A las 23: 15 hrs, el suelo comenzó a sacudirse dejando a 19 familias evacuadas, 5 heridos leves y ninguna víctima fatal, sus réplicas se sintieron en algunas provincias y en el vecino país de Chile. Su magnitud hizo revivir a la población el miedo y el temor a un viejo fantasma del pasado, el terremoto del ´44.

En diálogo con Cuarto Poder la historiadora y además presidenta del Instituto Güemesiano de Salta Irene Romero, contó detalles de aquel trágico suceso y además realizó un repaso histórico por el terremoto salteño que dejó como legado cultural la Procesión del Milagro.

El terremoto del ´44 encontró a San Juan con una economía de subsistencia sobre todo en las clases populares, la base de sus ingresos dependía del campo y el monocultivo, así como la actividad vitivinícola, habían quedado algo aislados del Modelo Agroexportador a nivel nacional, por ello las casas eran construidas esencialmente en adobe, un material barato pero sin sustento para los sismos, además la edificación con estilo español y fachadas altas tampoco obraron a favor del resultado final: una ciudad devastada y más de 9.000 muertos.

Por otro lado, la Argentina estaba gobernada por militares producto de un golpe de Estado y la Junta había designado un interventor federal en San Juan. En horas de la mañana, el Dr. David Uriburu, se comunicaba con el jefe de Policía cordobés, comisario Nicolás Ruggiero, anoticiándolo de la situación que vivía la ciudad. “Toda la ayuda que se le pueda prestar a San Juan es poca”, pregonaba en una síntesis perfecta del daño devastador que había ocasionado el terremoto.

Para levantar a una ciudad caída 

Ante semejante catástrofe la ciudad tuvo que crear su Consejo de Reconstrucción para planificar y proceder a la reedificación, también se ideó un plan regulador urbano que tuvo como efecto que San Juan se convierta en modelo en prácticas antisísmicas, este consejo además creó el código de edificación para obras de carácter público, que incluían hospitales, escuelas, municipio y otras edificaciones urbanísticas similares. El organismo se disolvió en 1961, pero en las obras de arquitectura institucional en la parte cívica se vio su influencia a partir del movimiento moderno.

Así, en una avenida central que bautizaron como Juan José Ignacio de la Rosa quedaron ubicados los edificios más importantes, lo que le dio a San Juan un carácter distinto del que había tenido durante su etapa modelo hispano del siglo XVII. Por otro lado, iniciaron los menesteres para llevar el ferrocarril.

Para reconstruir las viviendas de las personas que lo habían perdido todo en la vida, hubo que lanzar una campaña de ayuda, lo que ocasionó que al día siguiente en cadena nacional se remarque la necesidad de llevar a cabo una colecta nacional pública para ayudar a las víctimas. Esto movilizó a todo el país, la gente hacía fila para dejar dinero y otros elementos de ayuda. En esa etapa había como 80.000 habitantes esperando una solución.  El gobernador de facto Pedro Pablo Ramírez dijo “Vamos a construir un lugar modelo, una ciudad jardín antisísmica segura de los embates de futuros terremotos”.

Lo que el sismo significó para el peronismo 

La figura de Juan Domingo Perón como Secretario de Trabajo se volvió fuerte en este momento, al establecer contacto con un grupo de arquitectos y hacer una experiencia modelo para repensar la edificación y una nueva forma de estructura productiva que la hiciera equitativa, se ganó así el honor de llevar a cabo el primer proyecto de viviendas colectivas masivas que hacía el Estado (1946 – 1950).

La injerencia de Perón en la escena es decisiva tanto en la esfera política como en su vida sentimental. La obra de colecta llega a las diferentes provincias y en Buenos Aires un grupo de actores organizan un recital benéfico en el icónico Luna Park, siendo allí donde Juan Domingo conoce a una Joven Eva Duarte que le roba el corazón, posteriormente contraería nupcias con ella.

La presencia de Eva en la vida de Perón sería rotundamente esencial para su campaña y para el éxito porque fue ella quien dirigió la rama solidaria y caritativa, adelantó en la labor social e incluso estableció una fundación, por las manos de Perón corrían los resortes políticos, pero quien se aproximó al pueblo y se ganó su amor fue ella, la actriz.

El terremoto de Salta de 1692 

El pueblo salteño tuvo de igual manera un terremoto que dejó un legado cultural que perdura hasta nuestros días, tuvo el epicentro en Nuestra Señora de Talavera de Madrid de Esteco, el 13 de septiembre y repercutió en nuestro suelo incluso días posteriores. Fue de tal magnitud que desapareció esta vieja ciudad. El temblor fue a las 11 a.m según el historiador Cayetano Bruno pero el suelo tembló a la mañana y la tarde. Como epilogo de la catástrofe natural los salteños realizaron un pacto de fidelidad asumiendo el compromiso de sacar en procesión a las imágenes del Cristo donado por el Obispo de Tucumán Francisco de Victoria, la de la virgen y la de las lagrima todos los años para recordar el trágico suceso.

Fuente: Licenciada Irene Romero