Andrés Zottos arremete contra la Tolerancia 0 con ganas de volver a la formula U. El eterno vice quiere repetir el cargo, pero el tema vial no lo beneficia.
La tristeza de no ser y el deseo de seguir siendo…así puede resumirse el momento que vive Andrés Zottos. El vicegobernador que fue candidato a senador nacional en la última elección, busca ahora repetirse como candidato al segundo lugar en la formula oficialista. Por ende demostró su devoción al pensamiento U, con un segundo comentario en contra de la normativa capitalina que reprime el consumo de alcohol al conducir, conocida como Tolerancia 0.
Hace una semana atrás en el mismo medio radial había lanzado declaraciones similares, en un claro intento de quedar bien con el jefe. Esta vez dijo que la normativa de Tolerancia Cero «es inexplicable». Ya había dicho por el mismo medio días atrás que la norma es “inaplicable”.
La declaración del vicegobernador, pese a ser lastimosa para su integridad, intenta ser artera. La normativa se tratará en el senado provincial, donde lo más rancio de la política salteña traba el proyecto de Ley, para imponer la restricción a nivel provincial. Lo sorprendente, es que sea justamente Andrés Zottos el oficialista sea quien avance y se oponga a medidas de ordenamiento vial. Nadie puede olvidar el accidente que protagonizó Zottos junto a Cristina Fiore, cuando era candidata a senadora nacional en 2011. Y nadie puede olvidar el accidente, por cómo luego se fraguó la impunidad de ambos pese a tratarse de un vehículo oficial el involucrado.
El accidente ocurrió el domingo 25 de septiembre de 2011 en la esquina de Balcarce y Arenales, cuando la camioneta en la que viajaban Zottos y Fiore chocó contra una pareja de jóvenes quienes circulaban en moto. Luego, el escándalo mismo. La entonces candidata, se negó a reconocer al conductor del rodado. La policía de Pablo Kosiner intervino con dudoso proceder, los testigos apuntaron a Zottos como conductor de la camioneta, y el vice presentó a Daniel Aparicio (quien jugaba un partido de futbol) como el chofer desgraciado en esa tarde de domingo. El diario de mayor tirada en Salta directamente acusó por aquellos días: “un operativo montado por el Gobierno, en el que participó el propio secretario de Seguridad, Aldo Rogelio Saravia, desvió el accionar policial”. El Ministerio Público a cargo de López Viñals dijo que no había denuncia y que no se investigaría. En esa tarde de 2011 no hubo control de alcoholemia para nadie. Ni siquiera hubo lesiones culposas, para la administración local.
Un escándalo suficiente, como para llamar a silencio al segundo de la lista. Sin embargo, hay más. En 2001 Andrés Zottos -el mismo que hoy apoya el alcohol al volante- ya había protagonizado otro accidente vial, del cual directamente escapó. Por entonces Zottos era diputado provincial por el PRS. Ese primer choque fue el 15 de julio de 2001 en Pellegrini y Alvarado. Fue acusado por lesiones culposas, y pidieron su desafuero a raíz de un accidente que protagonizó en Pellegrini y Alvarado. Otra vez la crónica de los diarios es elocuente: “Según la denunciante Mercedes Pereyra, ese día conducía por calle Pellegrini junto a su hija en un Fiat Duna, cuando apareció una camioneta Toyota gris plateada que cruzó en rojo por calle Alvarado. El impacto le provocó heridas a ella y a su hija por la explosión de los cristales. Pereyra relató que logró bajarse del auto en busca de ayuda y que el conductor de la camioneta, sin prestarle ningún tipo de asistencia, la increpó. “Mirá lo que le hiciste a mi camioneta” le dijo según consta en esa denuncia. Posteriormente la mujer vio que el hombre subió al vehículo y se marchó. Pereyra dijo que alcanzó a anotar la patente y que en ese momento no conocía a Zottos, pero que luego del accidente lo reconoció como legislador y procedió a hacer una ampliación de la denuncia. Zottos negó haber escapado del lugar y finalmente resultó sobreseído”.
Para buscar su segunda re elección, y quedar bien con el jefe, el vice no tiene empacho en cuestionar una norma tan simple, que impone si tomás alcohol no conducís… tan sencillo y tan lógico…