Con una posición dominante en el mercado mortuorio, instalará un crematorio en la ciudad de Salta luego de una audiencia pública que será una mera formalidad.

El llamado de la Municipalidad de Salta a una audiencia pública temática para tratar el proyecto de “concesión de servicio funerario y crematorio” a la empresa Pieve encendió varias luces de alarma en los vecinos, legisladores y empresarios de la ciudad.

La primera señal de alerta vino desde el Concejo Deliberante, en donde varios ediles admitieron que se desayunaron por la publicación de Cuarto Poder sobre la existencia de una “audiencia pública” que trataría un “proyecto de instalación de un horno cinerario” de una “empresa privada”.

Cuentan que varios levantaron el teléfono y se comunicaron con la Secretaría de Ambiente y Servicios Públicos y pidieron hablar con el titular del área, Federico Casas, para hacerse con la propuesta y poder empaparse del tema. Pero no sólo el proyecto no apareció, sino que, sorpresivamente, Casas fue eyectado de su cargo y ni el nuevo funcionario a cargo de Ambiente, Mariano Castelli; ni el hijo pródigo devenido en coordinador de Ambiente, Espacios Verdes y Alumbrado, Nicolás Kripper, tienen ni la más remota idea de qué les estaban hablando.

Lo que sí se supo es que el propietario del nuevo crematorio sería el grupo Pieve, que el proyecto ya cuenta con el requisito excluyente del EIAS o Estudio de Impacto Ambiental y Ambiental y que la realización de una audiencia pública se trata de una mera formalidad porque instalar un horno crematorio es una actividad considerada de “alto impacto ambiental”

Todo para Pieve

Además de que varios sintieron que la audiencia pública se trata de una estratagema para evadir la voluntad del Concejo Deliberante que ya en dos oportunidades le bajó el pulgar a la instalación de un crematorio en la ciudad de Salta, el concejal Alberto Salim fue categórico al señalar que no se podía concentrar en una sola empresa todo el mercado mortuorio local.

En la misma sintonía se inscribió el vicepresidente del Concejo, José Gauffín, que en una entrevista radial manifestó que si bien no pudo leer el proyecto de Pieve, asistirá a la cita del 28 de diciembre para interiorizarse y garantizar que “no se monopolice la cremación en Salta”

“No se puede permitir que la cremación de nuestros seres queridos termine siendo de una sola empresa, como ha sido desde hace muchos años el seguro de vida”, precisó el edil. Aunque, para ser exactos, más que un monopolio, estaríamos ante una posición dominante de mercado.

En 1962, el cordobés Roberto Pieve fundó la compañía Orcese y comercializaba “abonos de sepelio” con una cartera de asegurados de varias compañías salteñas. Años después, con varios contactos en su haber, utilizó su apellido para fundar la empresa funeraria que hoy todos conocemos y durante el gobierno de Juan Carlos Romero -junto con la privatización del Instituto de Seguros de Salud de Salta (más conocido como el IPS)- obtuvo un jugoso contrato: la exclusividad de todos los servicios de sepelio de los empleados de la administración pública de toda la Provincia.

Aunque es imposible (porque la información pública no es pública por estos lares) saber con exactitud la cantidad de empleados estatales de los municipios, de la administración central y entes descentralizados, se estima que el número rondaría en los 150 mil.

“Si se considera que una familia tipo tiene cuatro integrantes, el número de afiliados forzosos al seguro de sepelio de Pieve sería cercano a los 600 mil”, reveló una fuente que entiende (y bastante) del negocio funerario.

Si se tiene en cuenta que los habitantes de Salta apenas sobrepasan el millón cuatrocientos mil, hacerse con el 42 por ciento del mercado no es nada envidiable y menos si es cautivo y le descuentan del sueldo el pago de “la cuota”.

En la tierra del General Güemes, el índice de mortandad se ubica entre el 2 y el 3 por mil. “Entonces, hablaríamos de 1500 servicios. A 120 mil pesos cada servicio de velatorio, entierro y/o cremación; la empresa Pieve –a través del Instituto de Salta Seguros de Vida- estaría facturando 180.000.000 de pesos al año”, calculó rápidamente otra fuente consultada que solicitó mantener su nombre en reserva.

A ello debe sumarse los ingresos por las otras unidades de negocios abiertas por Don Roberto: Pieve Salud, Pieve Seguros, Cementerio Santa Teresita y la financiera PAFI.

Así, cobra sentido el apotegma que reza que: “En Salta nacés, y vas a Pieve. Te casás, y vas a Pieve para el préstamo. Te hacés viejo, y vas a Pieve para el seguro de salud y, por supuesto, te morís y te entierra Pieve”.