El momento de ubicarse en una vereda o en la otra llegó dentro del oficialismo.
Al comienzo se trató de Kirchneristas y Peronistas No Kirchneristas. Después se fueron transformando en Peronistas ortodoxos y hoy podrían ser «Albertistas».
La grieta es más grande adentro que afuera, tanto que el dicho «la ropa sucia se lava en caso» no funciona con ellos. Eso se ve claramente en Twitter, donde el «albertista de la primera hora», Sergio Massa, se enfrenta a kirchneristas que en serio son de la primera hora, como Julio De Vido que no tardó en salir a responder los dichos de Sergio Massa sobre una amnistía para casos de corrupción. «Ya que te preocupa tanto la cuestión de la corrupción, sería bueno investigar, desde el Congreso la operación de venta de Edenor, tanto a los compradores como al vendedor, pero fundamentalmente a los que desde el Estado intermediaron la operación».
A esto se sumó Luis D’Elía, otro de la primera hora en serio, quien acusó a Massa de «provocar» al kirchnerismo con declaraciones «irresponsables» que atentan contra «la unidad».
El debate interno dentro del Frente Todos que, de interno ya no tiene nada, no logra saldar la deuda que ellos mismos tienen con los «presos políticos» del sector más radicalizado del kirchnerismo que, entienden son parte del «lawfare». No toleraron las declaraciones de Sergio Massa a un medio internacional cuando aseguró que «una amnistía para los casos de corrupción sería un gran error».
El lawfare es un punto donde no hay debate, porque el propio Alberto Fernández denunció una persecución a políticos opositores por parte del gobierno de Mauricio Macri. Aunque, cuando se empiezan a analizar las causas de corrupción bajo los mandatos de CFK, los casos de Milagro Sala, Amado Boudou, Julio De Vido y Luis D’Elía, generan un quiebre donde no hay acuerdos.
Julio De Vido apuntó a Sergio Massa por la compra de Edenor «Me siento cuidadoso y responsable de la unidad, no veo que él tenga el mismo cuidado. Acepto que tengamos matices, que pensemos cosas distintas, pero el tema de los presos políticos es sensible, no puede desconocerlo». D’Elía por su parte declaró «No me voy a meter en la declaración de otro compañero. Lo de Massa es un acto de irresponsabilidad, una provocación innecesaria al kirchnerismo. Negarle amnistía a Milagro Sala y Amado Boudou es una falta enorme».
Desde el massismo no hay respuesta para dichas acusaciones, entendiendo que las declaraciones de Massa en la entrevista del diario «se ve reflejado el pensamiento del gobierno nacional».
«Alberto Fernández no tiene ninguna vocación de discutir un indulto a los presos políticos», expresó el presidente de Diputados. Si bien es una discusión que marcó diferencias en el inicio de gestión del mandatario, tanto él como su jefe de Gabinete Santiago Cafiero salieron a desmentir que hubiera presos políticos bajo su gestión.
Para D’Elía, Alberto Fernández dijo ‘nunca más Lawfare’, cuando hablo en la Plaza de Mayo. Pero al dirigente le molestó mucho más que en las expresiones de Sergio Massa se ven marcadas las diferencias entre lo que algunos del partido llaman el «kirchnerismo silvestre» y el otro lado de la coalición. «El regreso a clases, la posición sobre Venezuela, el vínculo con el sector rural, es casi un decálogo que confronta con el criterio del 100% del kirchnerismo». Ni Wado de Pedro, ni Máximo Kirchner ni Axel Kicillof, hombres fuertes de Cristina, salieron a opinar.
La carrera electoral ya está lanzada, pero de la forma en que está siendo encarada solo sirve para darle de comer a la oposición.
Mientras tanto en Salta, la Comisión de Acción Política anuncia que el PJ provincial trabajará para que el actual presidente de la Nación sea elegido también como presidente partidario.
Esta decisión reviste una singular importancia en la fina distribución del poder a nivel nacional, en la que Alberto Fernández hace de equilibrista entre el peronismo ortodoxo, representado por Sergio Mazza y el kirchnerismo que conduce Cristina.
Un gesto enviado desde el PJ local a la cúpula nacional pero que en Salta significa también otro golpe para el atomizado kirchnerismo local, que deberá trabajar desde la marginalidad partidaria o migrar a otras organizaciones políticas para conseguir votos. Este acuerdo reivindica la relación de Sáenz con Massa, recordando la fórmula presidencial de 2015), sumando al paganismo a través de Pablo Kosiner, residual del urtubeicismo con lo que fue el Frente Federal en Salta.
El PJ Salta marcará su impronta expresó Pablo Outes desde el engendro político de Godoy, la CAP, «la característica siempre será la participación, es el formato que tenemos para lograr grandes resultados»
José Luis Gioja tiene el mandato vencido. El kirchnerismo propuso al actual ministro de Seguridad de Buenos Aires, Sergio Berni, para conducir el PJ nacional, pero la contrapropuesta del peronismo «ortodoxo» lo doblegó apostando por Alberto Fernández para ocupar la presidencia del PJ nacional.