Desde el gobierno provincial insisten en que las clases comenzarán el 1 de marzo pase lo que pase. En la última reunión del COE, el ministerio de Educación presentó los protocolos para el retorno a las aulas.
En la última reunión del COE, se analizaron las medidas a seguir hasta el próximo 28 de febrero en el marco del Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio.
En ese contexto, la secretaria de Gestión Educativa, Roxana Celeste Dib detalló a las autoridades del COE el plan que se pondrá en marcha para el retorno a las clases presenciales el próximo 1 de marzo. El mismo consiste en la «recorrida por todos los establecimientos para asegurar el cumplimiento de las normas de bioseguridad».
“Se tiene que entender que no van a volver todos los estudiantes los mismos días, sino que se va a trabajar por grupo. Los estudiantes van a tener un trabajo bimodal. Estamos trabajando para que la mayor cantidad de alumnos tenga presencia y también habrá trabajo a distancia, que no necesariamente va a ser a través de internet, sino que como el estudiante va a estar de manera presencial se va a llevar una serie de actividades para realizar en su domicilio los días que no le toque asistir a la escuela”, explicó Dip.
La Secretaria de Gestión Educativa indicó que se está recorriendo los establecimientos para asegurar que el día de la vuelta a clases se respete el metro y medio de distanciamiento de cada estudiante. Además, “estamos trabajando con aquellas instituciones que tengan albergue para que esas instituciones respeten, no solamente el metro y medio distanciamiento, sino los 15 días en los cuales los estudiantes van a estar en los albergues y los 15 de domicilio”.
El protocolo establece como normas básicas y obligatorias el cumplimiento del distanciamiento social entre las personas que asistan a la institución, el uso obligatorio de barbijos y/o tapabocas durante la permanencia en la unidad educativa, la higiene frecuente de manos, la ventilación de ambientes, la desinfección de superficies y la disponibilidad de alcohol en gel, o sustitutos de igual efecto sanitario, para quienes circulen en el establecimiento.
Además, prevé las medidas necesarias para garantizar la bioseguridad en los distintos ambientes y espacios comunes (aulas, salones, comedores, baños), como así también el período de alternancia entre presencialidad y no presencialidad por parte de los alumnos.