En una comisión del congreso nacional se llevó adelante ayer la primera reunión informativa del proyecto de ley que despenaliza del uso de cannabis con fines medicinales. El punto más controvertido es el del autocultivo.
La conducción del plenario de comisiones de Diputados quedó en manos del radical Luis Petri, titular de Seguridad Interior. En ese ámbito se llevó adelante la primera reunión informativa que conto con una masiva concurrencia de organizaciones, profesionales médicos y “los duros testimonios de madres que caminan al filo de la legalidad para brindarle a sus hijos enfermos una mejora en la calidad de vida, provocó que un conmovido Petri anunciara que el próximo martes se firmará dictamen”, aseguró el portal Tiempo Argentino en su edición de hoy.
A lado de Petri se encontraba Carolina Gaillard, del FPV, presidenta de la comisión de Salud y una de las principales impulsoras de este proyecto y la radical Gabriela Burgos, titular de la comisión de Legislación Penal.
La primera parte de la reunión la consumió un cruce entre los legisladores opositores y oficialistas, por la necesidad de tener un despacho de comisión que permita llegar al recinto de la Cámara baja y luego pase al Senado. El FPV a través de Gaillard reclamó la necesidad de dar respuestas a las familias que encontraron en el aceite de cannabis un mejoramiento de la calidad de vida para enfermos de epilepsia pero también de cáncer y otras traumáticas patologías.
El punto que más discusión provoca es la posibilidad de despenalizar el autocultivo, que en la práctica ya se realiza, y que impulsa el FPV y bloques de la izquierda. Por su parte, Gaillard agregó que esa despenalización es también necesaria para la investigación científica e incluso la posibilidad de que sea el propio Estado el produzca este aceite. “La mamá que cultiva es considerada una delincuente. Por eso es muy importante que el Estado concientice y ayude a los pacientes para mejorar su calidad de vida, y deje de reprimir”, dijo Gaillard. Aunque de todas modos, igual tuvo que aclarar, para dejar tranquilos a los que prefieren el Código Penal, que “no estamos discutiendo el uso recreativo del cannabis”.
El oficialismo tenía preparada una respuesta al proyecto que se debate y para ello contó con el respaldo del psiquiatra Andrew Santiago Blake, a la sazón director de Salud Mental del Ministerio de Salud. El funcionario dio a entender que el gobierno nacional tiene abierta la posibilidad de “desarrollar un ensayo clínico para garantizar que el efecto terapéutico sea acorde a la búsqueda de una mejoría” que incluiría el cultivo de la variedad de cannabis que se usa para la fabricación del aceite medicinal con las técnicos y las instalaciones del INTA.
Si bien la propuesta del funcionario provocó algunos aplausos, otros de los presentes dudaron. Por caso, el juez federal Pedro Pianta, quien tiene un hijo con epilepsia refractaria y recordó la máxima de Perón quien solía decir que cuando se busca dilatar una decisión lo mejor era crear una comisión.