Gissel Salva, la joven embarazada atacada por motochorros el 25 de diciembre último en Oran, ha visto complicada su delicada situación tras negársele cobertura de salud desde la obra social a la que está afiliada. La prepaga es gerenciada por el ahora Senador Provincial, Pablo González.

Las condiciones de salud de Gissel son desesperantes desde el 25 de diciembre último. Ese día fue víctima de un violento asalto que le significó una cesárea de emergencia para el nacimiento de su hijo en el octavo mes de gestación y la gravísima lesión en la cabeza que la mantiene con pronóstico reservado desde el día del hecho. Nora Díaz, la mamá de Gissel Salva, dio una entrevista a la Revista Norte de Orán y declaró que a Gissel la sacaron de terapia intensiva y la pasaron a una sala de traumatología. La decisión de los médicos de retirarla de terapia intensiva habría obedecido por una infección intrahospitalaria contraída por la convaleciente, cuadro que le provoca fiebre que hasta ahora no pudo ser controlada. La situación provocó que se pusiera el foco en la cuestión de higiene de la UTI del Hospital.

El mismo medio informó que la agobiante situación se tornó cuesta arriba cuando la prepaga “Guemes Salud” a la que estaba afiliada la joven se negó a darle cobertura: “Al tratarse de un hecho policial, no le corresponde la cobertura” le dijeron desde Güemes Salud, la obra social que gerencia el ahora Senador Provincial Pablo González quien tendría en sus propias manos la decisión de autorizar o no la cobertura de los estudios médicos, la internación y medicamentos que ahora costea el Estado. Nora, superando con alteza toda miseria humana, mantiene fuertes esperanzas de que Gissel pueda mejorar, recuperarse y ver a su hijo que está pronto a cumplir un mes.

Revista Norte recordó a sus lectores que el único avance que se produjo en la joven fue el de no depender ya del respirador, en tanto Gissel respira por la vía en tráquea con la traqueotomía que se le practicó. La madre relato también que la joven tiene también una sonda  por boca para la ingesta de alimento y otra sonda por uretra para la evacuación de orina que es muy dolorosa. Mantiene las vías con antibióticos que intentan controlar la infección que se produjo pero que hasta ahora la mantiene afiebrada. Por otro lado, Gissel sufrió la pérdida de parte del hueso craneal por la cirugía descompresiva que se le practicara por el golpe y las consecuencias del mismo en la cabeza.