Las actas presentes en el Tribunal Electoral a las que accedió este medio ilustran las preferencias salteñas por candidatos según zona de residencia e ingresos económicos. Una primera lectura de los datos referentes a Senadores muestra que en los sectores con menos ingresos triunfó Rodolfo Urtubey. (Gonzalo Teruel)

Todos valemos lo mismo. En ese simple principio recae toda la grandeza del sistema electoral argentino. El voto vale siempre lo mismo y sin importar la fortuna y los méritos o la familia del sufragante. Desde 1910 rige en Argentina la ley 8.871 o ley Sáenz Peña que establece el sufragio universal, secreto y obligatorio. Los honores de esta ley se los llevó el presidente que la impulsó Roque Sáenz Peña, aunque los salteños tenemos el orgullo de ser comprovincianos del cerebro que la pensó: Indalecio Gómez.

Sin olvidar que todos los votos valen lo mismo, bien vale intentar un análisis geográficamente sectorizado de las elecciones primarias realizadas el pasado 11 de agosto en la Ciudad de Salta. A partir de los datos de la Dirección Nacional Electoral, una rápida observación de los resultados electorales permite describir que en los sectores empobrecidos de la ciudad como la zona sudeste el gobierno se hizo muy fuerte y marcó una gran distancia con las otras propuestas electorales. No sucede lo mismo en el centro de la ciudad donde Juan Carlos Romero sacudió a Rodolfo Urtubey. Allí, al igual que en zonas residenciales como Tres Cerritos, el hermano del gobernador no pudo hacer pie y el voto bronca -dirigido a cualquier propuesta no oficialistas- se hizo sentir. Mientras que en los lugares donde la “clase media” es fuerte y tiene tradicional presencia, el voto estuvo repartido y el Frente para la Victoria debió pulsear de nuevo, voto a voto, con el Frente Popular Salteño.

A modo de ejemplo, el voto salteño en algunas escuelas

En la enorme zona sudeste, por ejemplo, el apoyo de la población al candidato a senador del oficialismo fue bastante superior al que recibió Juan Carlos Romero que, incluso, estuvo por debajo del candidato de la campera amarilla Alfredo Olmedo. Tres casos puntuales grafican la situación. En la escuela Cristóbal Colón de esa zona, el Frente para la Victoria obtuvo un muy claro triunfo sobre el Frente Popular Salteño en la categoría Senador Nacional. Allí Rodolfo Urtubey estuvo cerca de doblar a Juan Carlos Romero: 92 a 47, 85 a 46, 70 a 33, son algunos de los resultados -mesa por mesa- que terminaron arrojando un contundente 1.957 a 1.109. En esta zona electoral constituida por sectores que en casi todos los casos se iniciaron como asentamientos, el oficialismo recibió un fuerte apoyo. Todo lo contrario sucedió con el romerismo que quedó relegado al tercer lugar, siendo superado por la formula encabezada por Alfredo Olmedo que se ubicó cerca -muy cerca- de Urtubey con casi 1.900 votos. También pudo verse eso en la Escuela Provincia de Salta, en donde los números fueron similares: Urtubey juntó 871 voluntades y Romero 576. Olmedo sorprendió de nuevo y se ubico segundo a sólo 38 sufragios del ganador. La sorpresa se agigantó en la Escuela Ricardo Durán (Bº San Ignacio) dónde Salta somos Todos superó los 1.000 votos y quedó por encima de Urtubey y Romero.

Por el contrario, en las escuelas Padilla y Julio Argentino Roca, ubicadas en el macrocentro de la ciudad, los resultados fueron bien distintos. Por amplio margen, Romero fue el más votado y dejó en situación de paridad a las otras fuerzas electorales, incluida la del oficialismo. Unos 250 votos le sacó Romero a Urtubey en la Padilla -728 a 478- y más aún -1.090 a 589- en la Roca. En la Escuela Provincia de Buenos Aires, perteneciente a ese mismo circuito electoral, los resultados fueron muy ajustados: El Frente para la Victoria sumó 806 votos y el Frente Popular Salteño 816. Pero Salta somos Todos consiguió la victoria con 890 voluntades. Cerca de allí, en la Escuela Arturo Oñativia, con 831 votos también triunfó Olmedo pero muy cerca del Frente para la Victoria que sumó 821 dejando atrás al Frente Salteño con 555.

En históricos establecimientos educativos como el ex Colegio Nacional y las escuelas Zorrilla y Urquiza, hubo un marcado triunfo de Juan Carlos Romero. El ex gobernador -votado por 740, 964, y 902 personas- fue escoltado en todos estos casos por Bernardo Biella -357, 462, y 442- que tuvo una muy buena performance al igual que la representante del Partido Obrero, Cristina Fofani. En estas escuelas votan sectores acomodados del centro de la ciudad y fue notable el sufragio crítico al gobierno nacional y a los aparatos peronistas del Municipio y la Provincia.

Lo mismo ocurrió en las escuelas 20 de Febrero de 1813 y Joaquín Castellanos del residencial Barrio Tres Cerritos. Romero alcanzó 1.454 y 943 votos seguido por Biella con 687 y 518, dejando muy atrás a Urtubey con sólo 474 y 422. Olmedo y Fofani estuvieron, de nuevo, muy cerca de mojarle la oreja al hermano del gobernador en estas escuelas dónde el desencanto con las tradicionales estructuras políticas empuja el voto bronca.

El romerismo obtuvo la victoria también en las escuelas Miguel Ortiz y Vicente Sola de la populosa y otrora expectante zona norte. De nuevo, el ex gobernador llevó la delantera y dejó en equilibrio a las otras fuerzas que repartieron el voto de sectores trabajadores de ingresos medios.