El Colectivo Rescoldo y la Red Latinoamericana Pacarina de la que participan académicos salteños, buscan crear una Universidad Nacional Intercultural de Pueblos Indígenas. El proyecto se encuentra en el Congreso de la Nación y plantea la posibilidad de un cambio radical de paradigmas. (Aníbal Roldán)
El 7 de agosto, en el Anexo de Diputados del Congreso de la Nación, la diputada Alcira Argumedo presentó el proyecto de ley para crear la Universidad Nacional Intercultural de Pueblos Indígenas. Se trata de un trabajo conjunto entre Argumedo, el Colectivo Rescoldo y la Red Latinoamericana Pacarina. Se explicó que la importancia del proyecto radica “en la posibilidad de generar un espacio académico desde las cosmovisiones indígenas para atender a la educación de todas las sociedades y pueblos que conforman la actual Nación Argentina”.
Datos del INDEC, del Censo 2010 y del Anuario de estadísticas Universitarias 2010 aseguran que Salta (que posee una población de 1.214.441 habitantes) tiene un porcentaje de población de 20 años y más con estudios universitarios completos del 4,25%. En la provincia existen diez pueblos indígenas que suman miles de personas: Ava guaraní, Chané, Diaguita calchaquí, Guaraní, Kolla, Quechua, Tapiete, Tupí guaraní, Wichí y Chulupí. Ninguna de esas poblaciones supera el 8% de estudios secundarios completos.
El proyecto explica que la Universidad Nacional Intercultural sería aquella “que establece un tipo de relación simétrica entre las visiones, creencias y teorías de las culturas de los pueblos indígenas y las de las diferentes ciencias”. Se prevé que sea regulada por el régimen jurídico aplicable a las Universidades Nacionales.
Entre las acciones que el proyecto (Expte. Nº 5143 – D – 2013) busca desarrollar con la creación de la Universidad Intercultural se encuentra la creación de un sistema de educación superior con identidad, dentro de un marco de integralidad del conocimiento que permita superar la ruptura entre la práctica y la teoría. Formar técnicos, tecnólogos y profesionales con visión intercultural. Formar pedagógicamente a los docentes dedicados a la enseñanza de la población indígena en todos sus niveles. Promover y facilitar las investigaciones, estudios y experiencias necesarios para el mejoramiento y desarrollo de las comunidades. Establecer una vinculación estrecha con las organizaciones indígenas del país y del exterior, con otras Universidades, con las instituciones técnicas y culturales nacionales y extranjeras, con actores económicos e industriales nacionales y sus organismos representativos. Además de aportar en la construcción de “una nueva Sociedad Intercultural Convivencial”.
Los gastos que demandaría la aplicación de la ley serían “atendidos con partidas de crédito que, para las Universidades Nacionales, determine el Ministerio de Educación, hasta la inclusión de la Universidad Nacional Intercultural de Pueblos Indígenas, en la ley de Presupuesto y con todo otro recurso percibido mediante”.
Según los creadores del proyecto, la iniciativa surge a partir de un grupo de miembros de comunidades asentadas en diversas localidades de la provincia de Jujuy que, luego de agotar en su jurisdicción una serie de instancias de solicitud de estudios universitarios para los jóvenes de sus comunidades, recurren a la Cámara de Diputados de la Nación viéndola como la última opción a su alcance para concretar una respuesta a sus demandas, hasta este momento desoídas.
“El Estado tiene una deuda no sólo histórica, sino de derecho”, dice el proyecto en sus fundamentos. “Los pueblos indígenas no pueden continuar esperando 200 años más para que se repare la expoliación a la que han sido sometidos -continúa. Las zonas que habitan son las que más necesidad tienen de una promoción social, económica y cultural. Creemos que el asiento de una universidad con estas características, a partir de la formación de recursos humanos con sentido comunitario, productivo e identidad cultural, intensificará la posibilidad de terminar con la impronta colonial con la cual se gestó la Educación Universitaria. A partir de las políticas represivas intervencionistas de la última dictadura este sesgo –que empezaba a ser cuestionado y revertido- se acentuó; y a pesar de las reformas que lentamente se están llevando a cabo a partir de la reapertura democrática y su consolidación, aún predominan las miradas y marcos de acción, apoyados en perspectivas dictados desde los centros académicos hegemónicos europeos y estadounidenses.”
La importancia del NOA
La Universidad Nacional Intercultural estaría distribuida en diferentes regiones, entre las que se destaca el Noroeste. En total serían seis: Metropolitana (Ciudad de Buenos Aires, Conurbano Bonaerense), Pampeana (Buenos Aires -excluido el conurbano-, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe), Cuyo (Mendoza, San Juan y San Luis), NEA (Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones) NOA (Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta, Santiago del Estero y Tucumán) y Patagonia (Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego). La primera sede estaría en Humahuaca, que atendería a toda nuestra región. Esta sede regional comenzaría a funcionar con un colegio universitario de educación media y orientación técnica, el cual tendría la misma organización.