Los auditores evaluaron el Concejo Deliberante de Cerrillos y los resultado dejan tantas críticas como las que tiene la gestión del intendente múltiple veces denunciado, Rubén Corimayo. Los técnicos concluyeron que el control interno y la registración contable son inexistentes. (Gonzalo Teruel)
Una veintena de “recomendaciones” formuladas por la Auditoría General de la Provincia al Concejo Deliberante de Cerrillos parece confirmar la sabiduría del refrán que advierte que “en el país de los ciegos, el tuerto es rey”. Ocurre que la evaluación de la ejecución presupuestaria del año 2012 en ese Concejo Deliberante deja tantas críticas como las que tiene la gestión del histórico intendente Rubén Corimayo, próximo a dejar su cargo.
Entre las “recomendaciones” se encuentran la aprobación e implementación del Manual de Procedimientos y el Manual de Procesos, la delimitación de las actividades competentes a cada funcionario, el cumplimiento del proceso de registración de los gastos y la exposición de las erogaciones según lo establece la ley de Contabilidad. También están el pedido de respaldar con documentos todos los actos u operaciones y de respaldar con resoluciones las reestructuraciones e incorporaciones presupuestarias. “Las cuentas deben utilizarse correctamente, de modo que permita las tareas de análisis y control de las operaciones contabilizadas y la elaboración de informes de uso interno y externo” pide la Auditoría y agrega otro reclamo “confeccionar todos los estados contables y financieros en forma oportuna y completa”. Más aún, el organismo de control exige elementales prácticas de contabilidad como confeccionar el estado de situación de deuda, implementar un sistema presupuestario respetar los criterios de imputación (de los egresos) establecidos por la ley de Contabilidad, llevar un sistema de registración integral presupuestaria y contable que muestre para las transacciones efectuadas, confeccionar el libro banco correspondiente a la cuenta corriente bancaria.
Y remata pidiendo efectuar en los casos que corresponda las retenciones impositivas que obliga la normativa legal pertinente, arbitrar las medidas tendientes a disminuir el manejo de efectivo y propiciar que los pagos se realicen por medio de cheque o transferencia bancaria, cumplir con todos los procedimientos establecidos para la conformación de actuaciones administrativas hasta su archivo (formación de expedientes, foliatura, cronología de las actuaciones, identificación, etc.), implementar un archivo que asegure la recopilación y guarda de los textos originales de las ordenanzas, decretos, resoluciones y documentos públicos.
El trabajo de los profesionales de la Auditoría de la Provincia revela que el control interno y la registración contable son inexistentes. “Se constató que el ente auditado no cuenta con un Manual de Procedimientos (por lo que) Para el relevamiento y evaluación se procedió a entrevistar a funcionarios y empleados a efectos de relevar los aspectos sobresalientes del sistema de control imperante en el ente auditado” describe el informe emitido a comienzos de mes y revela otros datos sorprendentes “La registración contable se realiza a través de una asesoría externa” pero “No existe contrato con la Asesoría Externa señalada en el punto anterior”.
Es imposible entonces controlar acabadamente al Concejo Deliberante de Cerrillos. Tan imposible como establecer de qué manera ese Concejo Deliberante cumple con su tarea de control sobre el Ejecutivo Municipal.
La escasa e irregular exposición de la información financiera del Concejo Deliberante se resume únicamente a 2 certificaciones de “Ingresos” y de “Egresos” emitidas por la mencionada e inexistente asesoría externa. Y permite, por ejemplo que no haya correlato entre la numeración y la fecha de emisión de las órdenes de pago, que se utilicen de manera simultánea distintos talonarios o, peor aún, que algunas facturas respaldatorias de las órdenes de pago no estén debidamente intervenidas con el sello de pagado, registrado y/o contabilizado.
Tan deficiente como su administración es la propia tarea legislativa del Concejo Deliberante de Cerrillos. La Labor Parlamentaria es una “materia carente de regulación” advierten los auditores y explican que en el periodo examinado se emitieron 37 ordenanzas municipales: 17 tienen como destinatario al Departamento Ejecutivo Municipal y se refieren básicamente a autorizaciones y solicitudes de información; 6 son del tipo declarativo y versan sobre la declaración de caducidad de una concesión, la declaración de una condonación de deudas, la declaración de un ciudadano ilustre, la declaración de interés municipal, etc.; 6 son de tipo variado y tratan la convocatoria a concurso para la creación de la bandera del municipio, la creación de la veeduría ciudadana, la desafectación de un espacio verde, y la suspensión de los loteos en el municipio por ejemplo; 4 se encuentran referidas a donaciones; y otras 4 modifican y/o ratifican ordenanzas anteriores. Cerca de una decena de esas ordenanzas carece de numeración.
“Tal como se desprende del examen realizado en los incisos anteriores sobre las ordenanzas emitidas por el órgano auditado para el período sub examine, surge que el mismo no ha dictado normas regulatorias en diversas áreas o materias de su competencia” informan los auditores y mencionan entre muchos otros “asuntos de su incumbencia” algunas de las problemáticas carentes de regulación: licencia y habilitación de establecimientos industriales y comerciales, cementerios y servicios fúnebres; a preservar, recuperar y difundir, el patrimonio cultural, arqueológico, arquitectónico, artístico, religioso; lo relativo a educación, cultura, salud, higiene, moralidad pública, deportes, recreación, turismo, obras y servicios públicos, urbanismo, ambiente, vivienda, acción vecinal y derechos humanos; reglamentación del catastro económico en su jurisdicción, entre otras cuestiones que involucran a la comunidad “todas ellas materias insertas en el marco de competencias detalladas en la Constitución Provincial en consonancia con su respectiva Carta Orgánica Municipal”.
De acuerdo al informe de la Auditoria, los concejales de Cerrillos legislan mal y administran peor. Sólo así puede entenderse que recién ahora, después de más de 25 años de gestión, Rubén Corimayo deje la Municipalidad.