Cuentas falsas atacan a los estudiantes

En las redes sociales perfiles sin rostro llevan a cabo la difusión de discursos de odio que buscan guiar la opinión pública en contra de los derechos de los futuros profesionales.

En el ámbito del internet un troll es una persona anónima que habita las redes sociales a partir de perfiles falsos (a veces, incluso, surge el robo de identidades). Un troll crea todo el tiempo publicaciones con mensajes instigadores o provocadores que generan opiniones a favor o en contra, todo esto con motivo de generar revuelo o hasta con un objetivo determinado.

Si bien durante el gobierno de Mauricio Macri el término “trol” entró en popularidad, con Javier Milei la actividad, de la ya llamada comunidad, se acrecentó e influyó más que nunca en la sociedad con mensajes políticos en contra de derechos básicos y fomentando el cambio de sistema.

Fue un trabajo de hormiga y de algunos años, pero hoy no podemos negar que la influencia de los trolls existe y pueden hasta manejar u orientar las acciones de algunos individuos o sectores de la sociedad. Según la Universidad de Indiana son una comunidad en aumento, el trol puede crear mensajes con diferente tipo de contenido como groserías, ofensas, mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás.

Trolls contra los estudiantes salteños

Este año en un grupo de Facebook de la empresa de transporte SAETA, “Me pasó en SAETA”, se pueden observar que algunas cuentas comenzaron a crear publicaciones y comentarios en contra de los estudiantes que usan el transporte público. Las publicaciones hablan del uso de la mochila en el colectivo que estorba, la instalación sobre que los estudiantes no seden el asiento o pedir que los estudiantes no usen asientos ya que no pagan el boleto, y obviamente hasta podemos encontrar críticas orientadas a la desaparición del pase libre estudiantil.

Estas cuentas, si bien algunas son de personas reales, la mayoría son falsas (tienen como foto de perfil caricaturas, paisajes u otras imágenes sin rostro) pero eso sí, tienen algo en común y es el apoyo al gobierno del libertario Javier Milei. El objetivo es claro y es tirar por tierra la imagen del estudiante en el estatus social, convertir una persona útil a la sociedad en un pseudo delincuente que no deja vivir en paz al resto.

Estás cuentas trolls hacen una denigración de los estudiantes llamándolos vagos, crónicos, afirmando que no estudian o que hacen un mal uso del pase estudiantil, todo esto acompañado con un apoyo o festejo de los estrictos y restrictivos requisitos pedidos por la empresa SAETA para acceder al boleto estudiantil. La instalación de que los estudiantes son “los malos” también busca calar hondo en la sociedad para que se comiencen a cuestionar los derechos conseguidos en materia educativa siendo el pez gordo de los trolls la educación pública.

Y el ataque no termina ahí, los trolls locales volvieron a activarse con más firmeza a raíz de la Marcha Nacional Universitaria y los discursos antiuniversidad del presidente Javier Milei. Las redes se llenaron de publicaciones en contra de las universidades y la comunidad universitaria, usando como estandarte el discurso de la “auditoría” aprovechándose del desconocimiento general sobre que la auditoría a las universidades es realizada por la Auditoría General de la Nación. El descuidado y el poco informado siempre termina siendo la presa ideal de la comunidad troll

En ambos temas, tanto en el ataque al boleto estudiantil en grupos de SAETA como el ataque a raíz de la marcha nacional, las cuentas y personas se repiten. Parece que estos individuos siguen una agenda de temas a instalar entre las personas, y no es complicado ya que buscan pasar por ciudadanos inocentes, apolíticos, comunes y corrientes que se encuentran molestos con los estudiantes y el sistema universitario, pero en realidad tienen el manifiesto liberal bajo el brazo.

¿La realidad influye en las redes o las redes influyen en la realidad? El peligro de los discurso trolls también está en que al ser o parecer “muchos” pueden manejar la llamada “mentalidad de manada” o hacer pensar que hay una mayoría que piensa de tal forma y si algo es apoyado por muchos debe ser porque es “legítimo”, no siempre es así pero hay quienes se guían en su día a día por esa premisa.

A esto también se suman algunos de los medios de comunicación de Salta que toman las publicaciones trolls para construir noticias del estilo: “salteña o salteño indignado/a con los estudiantes”, a estas noticias las suelen tomar los bots tanto como para compartir o comentar, haciendo la llegada del ataque más potente aún.

Según el medio Marca Política hay 5 formas de identificar a un troll en Twitter, aunque se podría aplicar a otras redes sociales

-No buscan dialogar: sólo provocar para llamar la atención. Lo más habitual es que aborden a los demás usuarios a base de ataques o impertinencias cuyo fin es conseguir que los demás les entren al trapo y se rebajen a su nivel. Ese nivel incluye todos los métodos rastreros para cabrear al otro y hacer que pierda los papeles.

-Suelen dirigir sus ataques contra cuentas con muchos seguidores. Los trolls saben que entre los usuarios más influyentes tienen más opciones de conseguir llamar la atención, y por eso suelen fijar en ellos sus ataques. Algunos famosos han acabado cerrando sus cuentas de Twitter al verse abrumados por los ataques de los trolls.

-Suelen tener fijación por ciertos usuarios concretos, a los que llegan a acosar. Los usuarios acosados suelen ser los que más equivocadamente afrontan la amenaza de los trolls, prestándoles atención e incluso enzarzándose con ellos en discusiones que suelen acabar en cruces de insultos y otros escenarios en los que el troll siempre lleva las de ganar, ya que carece de escrúpulos y le importa poco su reputación.

-Los principiantes usan el ataque sistemático para trepar. Con mucha frecuencia los trolls que inician su andadura en Twitter buscan a un cierto perfil de usuarios -ideológico, social, económico o religioso- contra el que lanzan ataques sistemáticos. Es muy fácil encontrar a trolls con muy pocos seguidores pero que siguen a muchos usuarios, y cuya actividad consiste en pasarse todo el día provocando, insultando e incluso amenazando a otros, con el fin de que alguien les conteste y empezar a captar seguidores con la trifulca.

Se sienten crecidos cuando alguien les entra al trapo, y lo dicen. Cuando un troll consigue que una de sus víctimas se enzarce con él, a menudo lo comenta en su perfil como si fuese una hazaña (sobre todo si la víctima es alguien famoso). He visto a trolls reconocer sin tapujos lo complacidos que se sentían de estar sacando de quicio a sus víctimas. Que sus víctimas les obsequien con su tiempo y atención es algo que anima a los trolls a seguir abusando de ellas en un constante empeño por hacer que lleguen al límite de su paciencia.

Por otro lado hay algo que acompaña a los trolls y es el famoso “bot” o cuenta automatizada, según el sitio “chequeado” un bot es una cuenta en una red social (en general, Twitter) cuya generación de contenido es automatizada. Cuando actúan en conjunto se le suele decir granja de bots. Rara vez son influyentes, pero sí ayudan a generar trending topics -los temas que Twitter considera “calientes” en cierto momento y destaca en su plataforma- o generan “ruido” acerca de un tema.

Los trolls son los reyes del algoritmo por lo tanto sus publicaciones son las más difundidas y más vistas por los usuarios de las redes sociales que cuentan con millones de usuarios, esto a su vez genera un influencia peligrosa en las decisiones individuales y políticas.

Lo importante es alertar a las personas sobre las consecuencias de informarse a través de publicaciones en redes, lo mejor siempre será un medio serio, como este…