El Presidente mostró su desacuerdo con el proyecto que unió a toda la oposición y que el miércoles consiguió dictamen tanto en el Senado como en Diputados. Dijo que “no se genera empleo imponiendo leyes arbitrarias”.
Mauricio Macri salió con los tapones de punta contra el proyecto que unificó a la oposición para prohibir los despidos y reinstaurar la doble indemnización. “No se genera empleo imponiendo leyes arbitrarias. No debemos repetir errores: ya probamos en 2002 con leyes que prohibían y eso no trajo más trabajo. Destruyó trabajo”, interpretó el Presidente, quien advirtió que podría vetar la ley si es finalmente aprobada: “Es una prerrogativa presidencial”. Como jefe de Gobierno vetó más de cien leyes, muchas de ellas incluso aprobadas por su propio bloque. De todas formas, en Balcarce 50 pretenden demorar y hasta frenar el proyecto antes de que se llegue a esa instancia.
Pasó lo que el Gobierno temía: la oposición se unió detrás de un proyecto, junto con las cinco centrales sindicales. Los dictámenes que salieron el miércoles tanto en el Senado como en Diputados buscan prohibir los despidos. Lo apoyaron las tres CGT y las dos CTA. En suma, fue una demostración de fuerza de las distintas y heterogéneas fuerzas políticas que tiene enfrente el oficialismo y así fue leído por los macristas. La ofensiva reunió al Frente para la Victoria, al Frente Renovador, el PJ disidente, Progresistas y el FIT. Los proyectos plantean que los trabajadores podrán accionar judicialmente para ser reinstalados en el puesto o cobrar doble indemnización. El proyecto del Senado propone que la ley esté vigente por 180 días, mientras que el de Diputados plantea que sea retroactiva al 1º de marzo y se extienda hasta diciembre de 2017.
Macri hizo su estudiada aparición para cuestionar el proyecto en planta avícola Cresta Roja, a la que el Gobierno reivindica como empleos salvados por el oficialismo, pese a que fueron reprimidos al comienzo de la gestión de Macri. Tampoco se ventilan las condiciones en las que continúan los trabajadores (ver aparte). “Recién me acerqué a saludar a un joven que estaba en la línea, y le dije: ‘¿Cómo estás? Hace una semana que volvieron a trabajar’. Y él me contestó: ‘Gracias a Dios’. Y claramente es una bendición tener un trabajo. Hoy más de 1.000 personas han vuelto a trabajar en esta planta, y van a ir incrementándose, según pronostican, de a cientos en los próximos meses”, afirmó Macri.
El veto a mano
El Presidente replicó a la iniciativa opositora e incluso agitó la posibilidad de vetarla. “Es una prerrogativa presidencial”, dijo cuando le preguntaron. Sus antecedentes lo acompañan, con más de un centenar de leyes votadas cuando era jefe de Gobierno. De todas formas, el mandatario aseguró que “no va a salir, porque los argentinos debemos aprender de los errores y las experiencias”. En el Gobierno ya trabajan para que ese veto nunca tenga que ocurrir. Las principales espadas legislativas ya iniciaron conversaciones con los sectores que ven más permeables a dar marcha atrás con la iniciativa: el massismo y el bloque del PJ. Si no consiguen encontrar una fisura, apelarán a todos los mecanismos posibles en el Congreso para demorar el tratamiento de los proyectos. El objetivo es ahorrarle al presidente el costo político de un veto.
“Esta Argentina es distinta porque aprendimos de nuestros errores y no los vamos a repetir. No tenemos que repetir errores, ya probamos en 2002 con leyes que prohibían, y eso no trajo más trabajo, destruyó trabajo”, aseguró sobre la ley que se aprobó durante el gobierno provisional de Eduardo Duhalde. Tras haber avanzado con 30 mil despidos a nivel nacional, provincial y municipal, Macri sostuvo que comparte el sentimiento del que se queda sin trabajo: “Es mi angustia la angustia de cada argentino y estoy ahí”. En el sector privado, la cantidad de despidos supera a los estatales y, según algunas estimaciones, ascendería a 80 mil despidos. Ayer, la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME) señaló que y al llegan a 120 mil los puestos de trabajo perdidos (ver aparte).
“Así como cuidamos a los empleados de Cresta Roja, cuidaremos a todos, pero no con leyes que nos alejen del futuro que todos queremos”, indicó. Pero aclaró que no lo hará “por la imposición” del Congreso. “El trabajo es el camino para salir de la pobreza, pero no imponiendo leyes”, aseguró. “No hagamos cosas que no sirven”, insistió el Presidente. “Trabajemos en lo que suma. Confíen todos que vamos por el camino correcto, no por nada el mundo salió a financiarnos en cantidades que ni siquiera se pueden medir”, afirmó sobre la toma de deuda para pagar a los fondos buitres, en la que bancos para los que trabajaron actuales funcionarios nacionales tuvieron ganancias más que significativas: 29,7 millones de dólares en comisiones a los que ha que sumarle otros 350 millones por el acceso prioritario a la compra de los papeles.
El Presidente volvió a asegurar que no gobierna para los ricos. “Cuesta creer cuando dicen que sacar las retenciones fue a favor de un sector, de los ricos, y eso no es verdad –interpretó–. Lo que buscamos es la equidad, que las economías regionales puedan crecer, producir, y ese impuesto nos ha impedido crecer por más de cinco años”.
En su recorrida por Cresta Roja, a Macri lo acompañaban, entre otros, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien ya se había opuesto al proyecto para frenar los despidos. “No hay una ola de despidos generalizados”, aseguró en los últimos días. Y sostuvo que las iniciativas “no ayudan a mejorar la empleabilidad”. En Balcarce 50 pronosticaron que, de aprobarse, crecerá el trabajo en negro y disminuirá la posibilidad de atraer inversores.
fuente: Pagina 12