Importante revuelo causaron las imágenes de un micro de la empresa Silvia Magno repartiendo por la ciudad a ciudadanos salteños provenientes del exterior. Salta ha estado lenta para disciplinar su frontera, y el sector turístico nuevamente se mandó solo.

                                                                                                                Por A. M

En los últimos días, alrededor de 500 salteños fueron repatriados hasta la provincia para realizar la cuarentena obligatoria y evitar la propagación del COVID-19 (coronavirus).

Llamó la atención sobre todo, la llegada de 150 personas en una aerolínea panameña. Los  pasajeros venían de otras zonas de Europa y Estados Unidos antes de hacer su última escala en el país centroamericano.

El gobernador llegó al aeropuerto a pedir a los pasajeros que respeten la cuarentena exigida, y a corroborar que ninguno presentara síntomas.

Las críticas no tardaron en llegar cuando se pudo ver por Facebook  cómo los repatriados eran recibidos por sus familias salteñas. Y retornaban en remises o taxis, como si nada.

Todo esto, que pareciera estar por fuera de los protocolos, fue justificado por el ministro Ricardo Villada, quien para no encender alarmas, afirmó que ningún pasajero presentó síntomas, sin tener en cuenta que los infectados asintomáticos, también pueden contagiar.

 Malestar entre la población

Hubo incidentes en la ruta 51 a la altura de San Luis por la presencia de un micro con recién llegados que querían hacer cuarentena en Campo Quijano. El intendente Carlos Folloni lo impidió, sentando un precedente.

En barrio El Huayco los vecinos, filmaron un micro de Silvia Magno dejando gente en los mono ambientes. La empresa, que creció exponencialmente durante el gobierno de JMU, es una de las principales firmas que colabora con la gestión provincial en la repatriada de turistas.

Cabe tener en cuenta que según las disposiciones nacionales las personas deben guardar cuarentena en el lugar donde estaban al momento de aprobarse el decreto.

Matías Posadas tuvo que salir en conferencia el día miércoles a aclarar que las fuerzas policiales monitorean cada persona y que las violaciones a la cuarentena se pagan con detención. Mientras, en las redes proliferaron los testimonios de vecinos que habrían sido testigos de repatriados que violando los protocolos habrían salido a comprar comida e incluso de salteos que esquivaron los controles.

Más organizadas algunas provincias dispusieron aislar a todos los repatriados en uno o varios hoteles, mejorando así la provisión de bienes y centralizando en un solo punto la seguridad. En cambio en Salta tenemos el muy poco práctico y dudosamente efectivo método de tener policías custodiando a 446 individuos totalmente dispersos.

Salta ha estado lenta para disciplinar su frontera. Ya sea por bagayeros, repatriados o sobre todo turistas, se ha buscado la manera de justificar los laxos controles en una provincia que todavía no tiene circulación externa y en donde se espera que el virus golpee sobre todo desde el exterior.

Se comenta…

Rumores van, rumores vienen, y varios señalan a una jueza de cámara de juicio federal como una de las miles de personas que viajaron al extranjero en plena pandemia mundial y estaría en nuestra ciudad.

Idéntica situación ocurriría, según sus propios vecinos del country, con un contador ex funcionario provincial, que tras haber estado días atrás en el exterior, andaría «escondido» en El Valle.

Prospero emprendimiento: es tiempo de ayudar

Silvia Magno inició sus actividades en 1998. Organizando viajes a nivel regional, mostrando a los turistas los paisajes salteños, creció sobre todo durante el gobierno de Urtubey.

Desde entonces, la empresa expandió su oferta llegando hoy a ofrecer destinos internacionales como: Brasil, Chile, Disney, Europa y el Caribe.

Además,  su titular Silvia Magno, se convirtió en la presidenta de la Asociación Salteña de Agencias de Viajes.

Magno se ocupó de aclarar  que la propuesta llegó desde el gobierno provincial para trabajar mancomunadamente en el traslado de provincianos salteños, que están retornando a Salta, aclarando que no se trata de turistas.