En un histórico asado se reunieron las autoridades de la CGT con Alberto.
Era una cuenta pendiente del Frente Todos desde que llegó al gobierno. Algunos dicen que lo hicieron antes por la pandemia, pero los más cercano aseguran que las diferencias eran insalvables.
Alberto Fernández le prometió mantener una agenda periódica de encuentros cada dos o tres semanas y aseguró la continuidad de la ayuda social para los sectores más afectados cuando se termine el IFE y el ATP distribuido durante los meses de pandemia, además de la conformación del tan esperado Consejo Económico y Social. También se tocaron temas como la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y el rojo de las obras sociales. Para este último tema específicamente, quedó pautada una próxima reunión.
«No hubo reconciliación porque nunca nos peleamos», aseguró Gerardo Martínez de UOCRA, además de reconocer que la queja de semanas atrás, plasmada en un duro comunicado, estuvo motivada por la falta de comunicación sobre el fin del IFE y los cambios en el ATP.
«Afecta a nuestros compañeros y compañeras, entonces consideramos que debíamos ser citados para que nos expliquen por qué se tomaban estas decisiones», explicó el vocero de la CGT.
Pero luego del meeting quedaron en darle periodicidad a estos encuentros para que no vuelva a ver una desconexión como esta.
A Fernández lo acompañaron el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. En tanto, la delegación sindical estuvo encabezada por el binomio cegetista Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Jorge Sola (Seguros) y Armando Cavalieri (Comercio), además de Martínez (UOCRA) y Caló (UOM).
El motivo de la reunión fue el cumpleaños del ministro Moroni, quien recibió como regalo de los sindicalistas el libro «La Cucaracha», de Ian McEwan.
Andrés Rodríguez aprovechó la ocasión para poner sobre el tapete el tema paritarias, quejándose por la imposibilidad de mejorar el acuerdo alcanzado, que quedó muy atrás con respecto a la inflación. Alberto admitió las razones de la queja y explicó que las paritarias se vieron afectadas por la cantidad de recursos que el Estado debió destinar a la pandemia, pero prometió que todo mejorará en 2021.
La CGT reiteró su alineamiento con el Gobierno y prometió que trabajarán codo a codo para favorecer la reactivación. El presidente les adelantó que emitirá un decreto para crear el Consejo Económico Social hasta tanto el Congreso sancione una ley en ese sentido. Pidieron trabajar de manera concreta para superar los planes sociales y recuperar a los trabajadores informales o desocupados.
Lingeri es quien tiene a su cargo la secretaría de Acción Social de la CGT y fue el encargado de hacer un repaso de los números en rojo de las obras sociales sindicales. Se habló de rediseñar el mecanismo de financiación, pero nada se dijo de cómo se resolverá la deuda acumulada, para preocupación de los gremialistas. Saben a ciencia cierta que no tendrán que pagar las vacunas para la Covid-19, porque correrá por cuenta del Estado, por lo que pusieron a disposición del Estado la infraestructura sanitaria sindical en todo el país para que sean utilizadas en el operativo de vacunación que se pondrá en marcha a principios de año.