Carlos Pagni, columnista del diario La Nación, afirmó que en la gira madrileña del presidente Macri también hubo celos y peleas.

Algunos integrantes de la comitiva de Mauricio Macri se encargaron de colorear su viaje a Madrid con tribulaciones domésticas. Hubo episodios simpáticos. Por ejemplo, alguna escena de celos de Daniel Funes de Rioja porque Adrián Kaufmann, a quien él pretende reemplazar al frente de la UIA, tuvo mayor protagonismo en el protocolo.

Sin embargo, el lazo más problemático con la Argentina lo tendió el sindicalista petrolero y senador Guillermo Pereyra. Cada vez que se sentaba al lado de un funcionario, sonaba su teléfono para que alguien, desde Neuquén, alertara a los gritos que, si YPF no absorbía al personal de la empresa OPS, se incendiaría la provincia. Esa compañía está en cesación de pagos. Su dueño, Mario Cifuentes, progresó de manera inexplicable con los Kirchner. Cambiemos lo denunció por lavado de dinero. Y acusó a Pereyra de distraerse frente a sus irregularidades. Los llamados a gremialistas parecían intencionales: de un modo u otro, Jorge Triaca debía enterarse de la angustia de Pereyra. Raro que el propio Pereyra no se lo dijera. Viajaban juntos.

Fuente: La Nación