Durante el inicio de la segunda semana por el femicidio de Jimena Salas un suboficial declaró que la cámara ubicada arriba de un móvil policial de Vaqueros no pudo detectar la patente de uno de los autos sospechosos presentes el día del crimen porque “no estaba bien ajustada”. (Andrea Sztychmasjter)

La audiencia de debate que está a cargo de los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicio, Francisco Mascarello (presidente), Federico Diez y Federico Armiñana Dohorman (interino), continuó hoy con la declaración de 7 testigos y la ausencia de una médica por ser covid positivo, según informaron los magistrados. Además hubo presencia en la sala de personal del Grupo de Operaciones Policiales de Alto Riesgo (GOPAR).

Sin imágenes nítidas

El testimonio del suboficial mayor, Pedro Taibo, encargado de la realización de dos informes realizados desde la Unidad Especial de investigaciones del Ministerio Público Fiscal desde julio de 2017 confirmó que las cámaras de seguridad tanto públicas (Sistema de Emergencia 911) como privadas relevadas cercanas a toda la zona de Vaqueros no pudieron aportar imágenes porque “lamentablemente no funcionaban”.

El investigador relató además que un domo presente en el móvil policial de Vaqueros que deambuló por la zona todo el día del crimen, tuvo serios problemas en cuánto a la calidad de las imágenes que tomó: “Me acuerdo haber ido a la Secretaría de seguridad porque nosotros veíamos que había muy mala calidad en las imágenes y los ingenieros nos dijeron sería conveniente conseguir las originales que las tiene el 911 y ahí nos explicaron cómo funcionaba”, aseguró el testigo.

El suboficial describió que su trabajo fue investigar sobre los registros de un auto negro presente en la zona el día del asesinato y del cual varios testigos habían brindado algunos detalles. Aseguró que tras los testimonios claves de dos vecinas que indicaban la presencia de dos autos sospechosos; uno de color negro y el otro marrón, su trabajo consistió en buscar si existía evidencia fílmica de los autos, y confirmó que el domo del móvil de Vaqueros filmó el auto oscuro en dos oportunidades. Aunque se analizaron diferentes detalles tales como un “pino colgado, parasoles bajos, vidrios polarizados y GPS”, la cámara del móvil policial no pudo detectar la patente del mismo: “La calidad del video del móvil era mala, la cámara no estaba bien ajustada”, relató, lo que produjo una gran “vibración” del registro y por ende una imagen “distorsionada”.

Investigar el círculo íntimo

El suboficial Taibo mostró al igual que otros miembros de la Policía de Salta poseer nulo lenguaje acorde a no propiciar la violencia contra las mujeres y señaló que en varias oportunidades había escuchado decir que el asesinato correspondía a un “crimen pasional”. Por eso describió también se encargó de investigar al círculo íntimo de la víctima, posando su interés especialmente en tres personas, compañeros del taller literario, quienes intentaron tener “algo más que una relación de amistad”.

Taibo relató que además se investigó a la pareja de su exmarido y a un ex novio de juventud de Jimena de apellido Lopez Sastre. Las conclusiones detallaron “que no tenían nada que ver”, sostuvo el investigador.

Un hombre con un perro, una casa similar

Otras tres testigos afirmaron este lunes que cuatro días antes del asesinato un hombre con un perro se apersonó en su vivienda de Vaqueros a consultar si conocían de quien era el animal perdido. Describieron que el hombre estaba vestido con “ropa formal pero prolijo, y que era de tés bien blanca”. Aseguraron que el hombre se mostraba apurado y preocupado porque adujo tener que irse a trabajar y no saber qué hacer con el perro. Una de las testigos logró sacar una foto del hombre y el animal aunque la imagen –luego difundida junto al identikit- solo se focaliza en el animal.

La Fiscalía, mientras declaraba una de las testigos, se mostró intencionada a realizar una comparación con la casa de la testigo y la de Jimena Salas. Según indicaron ambas viviendas estaban en una esquina, tenían la fachada pintada de color amarillo y las propietarias eran madre de hija pequeña.

Estos testimonios se suman al de otras vecinas que aseguraron haber visto a un hombre con un animal que supuestamente se encontraba perdido, así como también vieron al auto negro el día del asesinato. Aunque las cámaras de seguridad no hayan podido brindar información certera que permita describir movimientos en la zona ese día.