El expolicía Calixto Mamaní ya estaba detenido. Ahora fue formalmente acusado de falso testimonio.

En el caso en que se juzga al expolicía Federico Condorí por la muerte de Cintia Vanesa Fernández cada vez resulta más claro que los efectivos que investigaron el asesinato –acaso amigos o conocidos del acusado- hicieron poco y nada para llegar a la verdad.

Ayer quedó imputado por falso testimonio el expolicía Calixto Mamaní, tras haber sido detenido el 28 de mayo pasado, día en que Calixto Mamaní fue convocado como testigo por la defensa de Condorí. En su relato se refirió a tareas investigativas y periciales que habría realizado en la causa bajo las órdenes de un oficial de la División de Trata de Personas en el departamento de la víctima.

Del interrogatorio al que fue sometido y ante las inconsistencias detectadas en su deposición, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio solicitó al Tribunal que se verifique en las actuaciones si existía alguna manda judicial o acta que avalara su testimonio. En caso de no existir, pidió que se produzca su detención y la remisión de las actuaciones a la fiscalía que corresponda para que se investigue la posible comisión del delito de falso testimonio.

El Tribunal dispuso que se desaloje la sala y con la presencia de las partes en el estrado, se procedió a la compulsa de la causa y a la identificación de dos actas que se referían a las actividades antes mencionadas.