El Monseñor aprovechó la última homilía para criticar a los legisladores. Dijo que les faltó hombría.
Ira. Ira en estado puro. Así se lo percibe al , Monseñor Mario Cargnello, quien no dudó en atacar a los legisladores salteños, en su homilía del sábado, por haber permitido que retiraran un crucifijo del recinto de la legislatura local cuando se presentaba un libro del periodista Horacio Verbitsky.
“No puedo callar una cosa dolorosa, vino un periodista conocido y en la legislatura sacaron el crucifijo que preside nada menos que el aula donde se debaten la layes de la provincia senadores y diputados. Sacaron el crucifijo por decisión de él”, dijo Cargnello al finalizar la homilía.
Esto no quedó ahí. Ahora viene la parte más dura: “Me molestó la falta de hombría de los diputados que lo habían invitado. ¿Nos representó a la gente de Salta? Creo que no. Por favor dejemos de reaccionar estúpidamente con toda esta agresión que en estos días se suma una tras a otra, haciéndonos creer que Salta es una provincia retrógrada porque cree, si la fe fue siempre el impulso del progreso”, manifestó Cargnello.
La fe, en realidad, no fue el impulso del progreso. Es más, todo lo contrario. La religión frenó por muchos años avances médicos: siglos atrás, la iglesia se oponía a que se realizara una práctica que ahora se denomina autopsia porque supuestamente se profanaban los cuerpos. Esto estancó el conocimiento médico por siglos. Y lo está haciendo ahora con cuestiones como el aborto o la educación sexual.
Por último, Cargnello, que se prepara para su rol protagónico en el lollapalooza salteño (léase el Milagrofest), dijo que hay que aprender a defender la dignidad de nuestro pueblo, que por ser creyente es un pueblo de pie y sabe recibir con elegancia a la gente, pero espera ser tratado de la misma manera.
Y todo este quilombo porque sacaron el crucifijo de un lugar donde no debía haber crucifijos.