Un informe de la Comisión Global de Adaptación estima que deben invertirse 1.8 billones de dólares entre 2020 y 2030 para mitigar los efectos del cambio climático. Uno de los impulsores es el magnate megamillonario Bill gates.
La Comisión Global de Adaptación es una entidad no gubernamental que trabaja desde finales de 2018 en la preparación y supervisión de estudios y proyectos para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, los tres principales responsables de esta entidad son Ban Ki-moon, ex-secretario general de las Naciones Unidas, Kristalina Georgieva, directora ejecutiva del Banco Mundial y Bill Gates, magnate informático estadounidense.
Este año, y en ocasión de la cumbre climática desarrollada en Nueva York, la institución presentó un informe en el que advierte sobre la necesidad de invertir en áreas claves para la «adaptación» al cambio climático. Dichas inversiones serían: sistemas de alerta temprana, infraestructura resistente al clima, agricultura mejorada de tierras secas, protección global de manglares e inversiones para hacer que los recursos hídricos sean más resilientes.
Tal inversión está estimada en 1.8 billones de dólares a nivel mundial y deberían aplicarse entre 2020 y 2030. Desde la comisión advierten que el cambio climático aumentará los precios de los alimentos, porque se reducirá su producción y disponibilidad y por ende se reducirán los ingresos de los pequeños agricultores.
Esta competencia por bienes escasos a su vez alimentará conflictos regionales y migraciones, desgarrando el tejido ya deshilachado de la sociedad, especialmente en los países en desarrollo.
Pero hacen una advertencia más: «Si bien las inversiones en adaptación tienen claros beneficios económicos [7.1 billones de dólares según sus cálculos], pueden requerir grandes pagos por adelantado antes de cosechar beneficios a mediano y largo plazo», por lo que «el sector público debiera crear incentivos para ampliar la participación del sector privado en las inversiones de adaptación».
Negocio redondo
Uno de los integrantes de la comisión es nada menos que el multimillonario empresario informático Bill Gates, quien viene promoviendo abiertamente la inversión en biología sintética y geoingeniería solar, dos áreas que, curiosamente, son las que la CGA recomienda atender. Un ejemplo de ello es que propone eliminar enfermedades transmitidas por mosquitos que pueden afectar a más de 4.000 millones de personas, mediante el uso de mosquitos genéticamente modificados.
Otra inversión de Bill Gates, posiblemente más peligrosa es la apuesta que hace a la geoingeniería solar, con la intención de manipular el medio ambiente con el supuesto objetivo de equilibrar o eliminar algunos de los impactos del cambio climático.