Estados Unidos no soporta dejar de ser el centro de las noticias. En esta semana le pasó porque Rusia le ganó de mano, pero siempre hay un yanqui dispuesto a tratar de volver a ser parte del cuadro. Hoy es Bill Gates, haciendo futurismo acerca del mundo después de la pandemia.  

Dijo en primer lugar que los países centrales resolverían el problema del coronavirus a fines de 2021, mientras que el resto del mundo (o sea nosotros, los subdesarrollados) terminaríamos con el nuevo virus para fines de 2022. Advirtiendo que algunos laboratorios (occidentales) les darán prioridad a las naciones más desarrolladas para hacerlos acreedores de la tan esperada vacuna. Aunque ese “aporte” no será precisamente de bajo costo para el mundo. 

Según Gates, la pandemia generó miles de millones de dólares en daños económicos y muchas deudas, pero también, (ahí aparece el lado positivo) agilizó la línea de innovación sobre la ampliación de los diagnósticos, las nuevas terapias y la producción de vacunas. 

El cofundador de Microsoft cuestionó también la reacción del primer mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, ante la pandemia, diciendo que se dieron una variedad de pasos en falso, considerando que las prohibiciones de viaje desde otros países no han contribuido a evitar la expansión del virus en EE.UU., el país más afectado por la pandemia. Que en esta semana superó los 5 millones de contagios, con 5.036.387 de casos confirmados hasta ahora, y 162.851 fallecidos. 

“Nos tomará años después de esto regresar a cómo estábamos hasta 2020. No es la Primera o la Segunda Guerra Mundial, pero el perjuicio está en ese orden de magnitud para el sistema”, expresó el magnate para finalizar.