Luego de dos años, la justicia salteña condenó a uno de los violadores de la joven Belén pero absolvió a otro. La familia de los abusadores sigue defendiéndolos y atacando a la víctima.
Luego de la condena de los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio en el caso de violación en grupo ocurrido en 2018 en la zona sur de la ciudad hubo gran preocupación por el estado de salud de la joven Belén. La información que se encontraba desaparecida alertó a la sociedad salteña y evidenció la revictimización que sufre una mujer luego del terrible ataque sufrido.
Fueron los familiares de los abusadores quienes a través de las redes sociales salieron en defensa de los hombres imputados y volvieron atacar a Belén al compartir sus imágenes y al poner en duda lo que había pasado.
A Belén (18) la secuestraron, la golpearon, la violaron entre varios hombres, intentaron ahorcarla y -creyéndola muerta- la abandonaron en un descampado cercano a barrio Santa Ana. Pero despertó y recordó lo que había pasado. La abogada de Belén, la doctora Andrea Manzur, exigió que la Justicia salteña tome cartas en el asunto e investigue la causa que sigue paralizada. Mientras, Belén, sobreviviente en una provincia que dice luchar constantemente de manera interdisciplinaria con sus diferentes poderes contra la violencia hacia las mujeres, se encuentra con tratamiento psicológico, amenazada por vecinos y familiares de los detenidos.
La semana pasada condenaron a Agustín Balmaceda a la pena de 17 años de prisión como coautor de los delitos de rapto agravado por la participación de un menor en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas y agravado por la participación de un menor.
En tanto que M. S. M. (menor de edad al momento del hecho) fue declarado penalmente responsable de los delitos rapto en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por dos o más personas. El imputado fue sobreseído del delito de hurto por imputabilidad.
Finalmente, los jueces absolvieron a Raúl Gonzalo Molina por aplicación del beneficio de la duda de los delitos de rapto agravado por la participación de un menor en concurso real con abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas y agravado por la participación de un menor.
El juicio colegiado estuvo a cargo de la jueza Mónica Faber (presidenta), Gabriela Romero Nayar y Marcelo Rubio (vocales).
El hecho por el cual resultó condenado Balmaceda y declarado penalmente responsable M. S. M. ocurrió el 23 de abril de 2018. La damnificada, una joven de 18 años, refirió que esa noche concurrió con una amiga a una fiesta que se realizaba en la casa de un conocido, en barrio Intersindical. Se retiró del lugar molesta porque le habían sustraído su celular y le pidió a su amiga que la acompañara. Ella accedió. Salieron del inmueble con Balmaceda y un joven llamado Facundo. Caminaron hasta una parada de colectivo, cerca del puente del barrio Intersindical. En el trayecto, Facundo le solicitó a su amiga que lo acompañara unas cuadras más al fondo. Ella se quedó sola con Balmaceda y entonces el imputado, sin mediar palabra, la sujetó del cuello con ambas manos, impidiéndole que gritara y cortándole la respiración. En ese momento se acercó un automóvil oscuro y la obligaron a subir. Ella alcanzó a advertir que en su interior se encontraba M. S. M., en el asiento del acompañante. Posteriormente se desmayó y cuando se despertó se encontraba en un descampado situado entre los barrios El Bosque y Santa Ana. Tenía el pantalón y la bombacha abajo, a la altura de la rodilla y tenía un dolor intenso en el ano y vagina.
La denunciante agregó que, antes de retirarse del domicilio donde se realizaba la fiesta, advirtió que le habían robado el celular que había dejado cargando en un ambiente de la casa.