El presidente de Central Norte sufrió un ataque en su casa. Recibió balazos en la puerta. El dirigente se encontraba en ese momento en el estadio Martearena. Decidió renunciar pero la Comisión Directiva le dio licencia por tiempo indeterminado.
El sábado pasado, el presidente del club Central Norte, Gabriel Savino, sufrió un ataque en su casa. Recibió balazos en la vivienda, cuando él todavía se encontraba en el estadio Padre Martearena, donde horas antes había jugado el equipo.
El ataque, que no se cobró heridos ni víctimas, era algo que se veía venir. Desde hacía varios días, amenazas pintadas en las paredes intimidaban a Savino para que presente su renuncia. Según informó Nuevo Diario, el dirigente había declarado que las pintadas no lo iban a correr.
Un comunicado emitido por la Comisión Directiva del club respalda a Savino, hablando de “la importancia que reviste el proyecto iniciado en la institución, que no responde a nombres propios, otorgándole al renunciante una licencia por tiempo indeterminado a los efectos de generar las condiciones óptimas para superar prontamente la situación actual que le generaron los nefastos episodios. Se trata de un desafío enorme y de una lucha despareja en la que nuestra respuesta frente al delito no es ni puede ser otra que la verdad, pero para ello necesitamos el compromiso irrestricto, que no dudamos que nos brindarán del Gobierno de la Provincia, a través del Ministerio de Seguridad de la Fuerza Policial, Ministerio Público Fiscal y Poder Judicial.”