Oscar Villa Nougues vive sus últimos días como ministro. El oficialismo lo abandonó y las advertencias de colapso hospitalarios siguen. La alarma provino ahora del nosocomio de San Antonio de Los Cobres. Roque Mascarello es el sucesor puesto. (Gonzalo Teruel)

Hace un año, por cuestiones personales y no políticas, decidió abandonar su cargo. Lo conversó con el gobernador Juan Manuel Urtubey que le pidió un esfuerzo más y que lo acompañe hasta el 10 de diciembre. Así fue. Siguió hasta el final del segundo mandato. Pero llegado el momento no pudo irse porque el gobernador no pudo convencer a otro médico de que se haga cargo del Ministerio de Salud Pública.

Oscar Villa Nougues no supo cómo irse entonces y ahora enfrenta sus últimos días cmo ministro. El gobernador y los más influyentes miembros del gabinete lo abandonaron a su suerte y, para exculpar al ministro de Primera Infancia, Carlos Abeleira, lo responsabilizan de todos los problemas sanitarios de la provincia. Justamente, de algunas reuniones informales que Abeleira vino teniendo en confiterías céntricas con Roque Mascarello puede afirmarse que el médico que era Secretario de Salud del gobierno de Romero será el sucesor de villa Nogués. Es más, el actual directivo de Aguas del Norte ya anda buscando equipos técnicos y políticos que lo acompañen. Lo que nadie sabe precisar bien es si el cambio es cuestión de horas o de días.

Volviendo al calvario de Villa Nogues, al pedido de dimisión reclamado desde la oposición se sumó esta semana el cuestionamiento del propio oficialismo. En la Legislatura el ministro no pudo explicar lo inexplicable y no convenció a nadie con sus argumentos sobre las últimas y evitables muertes de niños malnutridos en Santa Victoria.

“Es incompatible la continuidad del ministro con un necesario giro que se tiene que dar en la política de salud” le dijo en la cara la diputada del Partido Obrero, Gabriela Jorge, y le recordó que “el año pasado le advertimos que en 7 de los 9 Centros de Salud de la zona con mayor incidencia de la pobreza en la provincia no había cobertura de profesionales y, en algunos casos, de enfermeros”.

Además, la legisladora le criticó su accionar ante el brote epidémico del dengue “que se cobró 7 vidas” y en el caso de la niña wichi embarazada en una violación. Los representantes del oficialismo no lo trataron mejor y lo interrogaron sobre “la falta de medicamentos e insumos de enfermería, la designación y recategorización salarial de los médicos y la falta de obras en los Hospitales y Centros de Salud de la provincia”.

Poco, casi nada, pudo responder. A juicio de los legisladores, sus tibios argumentos confirmaron que las dependencias de Salud Pública “no tienen siquiera los insumos básicos”.

También en la Puna

Como ejemplo de esa lamentable situación hospitalaria en la provincia, Cuarto Poder recibió una dramática descripción de lo que sucede en el Hospital Dr. Nicolás Pagano de San Antonio de Los Cobres. “Los médicos están colapsados y sufren una presión que, en algunos casos, los lleva a pedir carpeta médica por problemas psiquiátricos” contó una fuente confiable de esa área y describió que por la escases de profesionales “hacen guardias de 2 o 3 días seguidos y tienen que atender los consultorios externos hasta los días sábados y domingos”.

Además, reconoció la falta de trabajadores y agentes sanitarios para cubrir la vasta zona de influencia del nosocomio en la Puna. “Hay 2 choferes designados pero no siempre están y, entonces, uno sólo no puede llegar a todos los lugares que necesitan asistencia con los agentes sanitarios” amplió y confirmó que “también hay problemas en la provisión de drogas elementales como dexametasona (antiinflamatorio) o Dipirona (analgésico y antipirético) que los propios pacientes muchas veces tienen que comprar en la farmacia del pueblo”.

El Hospital Dr. Nicolás Pagano es la principal referencia sanitaria del Departamento Los Andes y cubre una población cercana a las 6.500 personas con apenas 3 médicos. “Son pocos profesionales, hay 2 médicos y uno más pero que no está todos los días” indicó la fuente y reveló, por ejemplo, que “ya no se realizan más partos, salvo las urgencias, porque se derivan al Hospital Materno Infantil de Salta”.

Finalmente, aseguró que “los profesionales están muy asustados y trabajan bajo una presión insoportable por el riesgo de quedar implicados en algún caso de mala praxis médica” y, dramática, advirtió que “en San Antonio de los Cobres hay un alarmante aumento de la mortalidad infantil”.

En el descenso de la mortalidad infantil, sin embargo, basó su exposición en la Legislatura el ministro Villa Nougues. “Hemos bajado el índice de mortalidad infantil y esto se debe a que las políticas públicas empleadas son correctas y tienen un impacto de mediano a largo plazo” indicó y validó las estadísticas declamadas en reiteradas oportunidades por Abeleira y Urtubey sobre la disminución del 15‰ al 11,34‰ en las muertes de niños de hasta un año en la provincia.

Humilde, reconoció no obstante que “no alcanza y por eso seguimos trabajando y realizando todos los esfuerzos para cumplir con un plan integral de salud” y al término de su exposición informó la realización de un relevamiento social en el Departamento Rivadavia.

“O la falta de articulación es un hecho entre los ministerios de la provincia o el relevamiento social que siempre se atribuye al Ministerio de la Primera Infancia no está completo. Eso se desprende del nuevo anuncio realizado por el Ministerio de Salud que informó que hasta el próximo sábado 24 de septiembre equipos compuestos por médicos, nutricionistas, técnicos y enfermeros recorrerán diversos parajes de Santa Victoria Este” reveló Cuarto Poder en su página web y recordó que “lo raro del caso es que relevamientos de este tipo son publicitados como propios por el Ministerio de la Primera Infancia que, por supuesto, releva datos para compartirlos con las otras áreas de gobierno”.

En efecto, el ministro Abeleira informó a comienzos del año pasado que Primera Infancia concentraría gran parte de sus esfuerzos en diseñar políticas públicas en base a diagnósticos precisos. “Uno de los componentes más importantes dentro del Ministerio de la Primera Infancia es el desarrollo de una tecnología que nos permita obtener información confiable y actualizada sobre las personas y su situación. En resumen, la tecnología que estamos desarrollando servirá para captar, concentrar y analizar información en grandes volúmenes de datos y permitirá una mejor y más rápida toma de decisiones por parte del poder ejecutivo provincial” anunció hace más de un año y medio.

Esta semana, al encabezar distintos actos de gobierno, Urtubey dejó interesantes mensajes a sus funcionarios. Primero, luego de rubricar un convenio con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para “profundizar el trabajo en conjunto por la niñez de Salta con acciones multidisciplinarias para los sectores más vulnerables”, aseguró que su gobierno “visibilizó un problema serio y profundo de los salteños, como son las dificultades estructurales de la infancia”.

“Trabajamos con fuerza para resolver estadísticas con números duros pero detrás de esto hay una familia, hay un niño, una situación que nos lastima. Sabemos que vamos por el buen camino pero nos gustaría que el tránsito no sea tan lento” expresó el mandatario.

Y después, en un acto académico de la Universidad Provincial de la Administración Pública enfatizó que “en administraciones como las nuestras, con grandes porcentajes de necesidades básicas insatisfechas y pobreza estructural, no nos podemos permitir la inmoralidad de ser ineficientes”.

Si sus funcionarios tomaron nota de esas palabras es todo un misterio. Por lo pronto, los ministros de Cultura y Turismo y de Derechos Humanos y Justicia, Mariano Ovejero y Pamela Calletti, tuvieron tiempo para ocuparse, por ejemplo, de la conmemoración del “Día Internacional de la Paz” y auspiciar la recepción de la Bandera de la Paz “un símbolo universal que representa la unidad en la diversidad para lograr un mundo mejor, auspiciando el respeto a todas las creencias”.