La ministra de Justicia, Pamela Calletti, reconoció algo que Cuarto Poder anunció en noviembre del año pasado: la cantidad de condenados por microtráfico está provocando la saturación de las cárceles provinciales.

En las últimas horas, la ministra de Justicia de la provincia, Pamela Calletti, reconoció que la gran cantidad de detenidos y condenados por causas de microtráfico están saturando las cárceles salteñas.

Según informó FM Aries, Calletti expresó que a partir de la desfederalización del microtráfico de drogas, el número de detenidos se incrementó por lo que se está trabajando para mejorar las condiciones carcelarias. Agregó que si bien se logró reducir el número de plazas para presos federales, la situación todavía no está resuelta porque no hay plazas suficientes para la cantidad de condenados por este delito.

Con todo, la ministra consideró conveniente que la gente que ponía drogas en manos de niños y jóvenes ahora se encuentre detenida o condenada.

¿Es justicia?

En noviembre de 2014, Cuarto Poder reveló que las causas de microtráfico que el gobierno de la provincia muestra con orgullo, involucran una ínfima cantidad de estupefacientes. Las condenas, que se dictan rápidamente, no bajan de los cuatro años efectivos.

El gobierno ha presentado esto como un ejemplo exitoso, aunque nunca difundió las cifras de sustancias secuestradas. Los informes de prensa casi siempre son un calco de casos como el que relataba un parte fechado el 21 de octubre y que provenía del Poder Judicial: Llevaba como título “Condenan a prisión efectiva a una mujer y a su hijo por microtráfico”. Informaba que la jueza de Garantías de Séptima Nominación había condenado a Susana Elizabeth Carreño y a su hijo, Ángel Gabriel Ramírez, a cuatro y cinco años de prisión efectiva, respectivamente, “por resultar autores penalmente responsables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización (artículo 5 de la Ley 23737)”.

El caso de Carreño y Ramírez había comenzado el 27 de marzo de este año, cuando se realizó un allanamiento en su casa del barrio Ceferino. Se había encontrado cocaína separada en 55 envoltorios. El peso bruto era de 15,4 gramos. El peso neto (es decir, el peso de la droga sin tener en cuenta los envoltorios), de 4,38 gramos.