Con la renuncia inesperada de Nathalie Marin, la Orquesta Sinfónica de Salta desnudó conflictos que la exceden y alcanzan a los aspectos generales de la gestión cultural. (Federico Anzardi)

A fines de enero, el Ministerio de Cultura y Turismo de la provincia lanzó la convocatoria para dirigir la Orquesta Sinfónica de Salta. Las inscripciones de los interesados se realizaron entre el 10 y el 19 de febrero.

El 22 de febrero, Cultura informó que los finalistas eran cinco Maestros seleccionados entre veinte postulantes: Nathalie Marin, David Hernández Breton, Yuri Sobolev, Guilherme Mannis y Ligia Amadio.

El 7 de marzo se anunció que la francesa Marin, quien había trabajado con la Orquesta Filarmónica de Kosovo, la Orquesta Sinfónica Nacional de Ecuador y el Ensemble Orchestral De L’isere, había sido seleccionada. El Jurado del Concurso estuvo integrado por el secretario de Cultura y Presidente del Instituto de Música y Danza, Sergio Bravo; los maestros Jorge Lhez, Miguel Ángel Gilardi y Glenn Block; y por Elenko Tabakov, corno solista de la Orquesta Sinfónica de Salta, como miembro elegido por los músicos.

El 18 de marzo, Lhez dirigió el primer concierto del año de la Sinfónica. Fue su despedida como director, antes de asumir definitivamente como Director artístico del Instituto de Música y Danza de la provincia. El 8 de abril, Marin se puso al frente de la Orquesta por primera vez. Se interpretaron obras de Carl Maria von Weber, Richard Wagner y Richard Strauss.

Poco después empezaron los episodios extraños. El viernes 16 comenzó a circular una versión: Marin había renunciado por mail a su flamante cargo tras ausentarse sin autorización de la provincia.

El lunes 18, Bravo confirmaba la noticia en La Gaceta: “No sabemos si por desconocimiento o que, Nathalie comunicó su decisión a través de un mail y no como corresponde, es decir presentando su renuncia formal. Tampoco sabemos el motivo de su renuncia porque en lo que respecta a la cuestión presupuestaria las condiciones estaban dadas para que ella trabaje con la Sinfónica. Desde el primer momento ella estaba al tanto del presupuesto y del estilo de trabajo del organismo. Por otro lado, ella fue honesta con nosotros y nos dijo que este año debía viajar porque tenía compromisos en el exterior. Entonces la programación del año estaba armada conforme a su calendario de viajes”.

El mismo día se supo oficialmente que Lhez continuará al frente de la Orquesta, alternando con la maestra asistente, Yenny Delgado,y directores invitados. Se llamará a nuevo concurso para 2017.

Lo trascendido

El mismo lunes, los músicos de la Orquesta Sinfónica realizaron una asamblea de la que también participaron miembros de ATE. Se habló sobre la situación y se decidió exigir que se respete el orden de mérito que colocó a la brasileña Ligia Amadio en el segundo lugar del concurso. La Orquesta no está de acuerdo en la decisión que puso a Lhez y Delgado al frente.

Es que la votación de la Orquesta fue muy pareja y benefició a Amadio sobre Marin. El problema es que la opinión de los músicos no es vinculante, no tiene peso a la hora de la selección final. Lo que la Orquesta vota puede ser tenido en cuenta o no por Cultura, algo que se diferencia de muchas orquestas del mundo y del país, donde los músicos eligen al director en charlas con los Directivos. Opinan sobre los perfiles de los candidatos, cuentan qué es lo que necesitan, entre otros detalles. En Salta, en cambio, todo se maneja siempre con altos grados de secretismo y desconfianza entre todas las partes.

La votación interna de la Orquesta fue muy pareja entre Amadio, que ganó por escasa diferencia, y Marin. El resto de los postulantes casi no obtuvo votos.

En cuanto a lo que hizo el jurado (análisis de carpetas, proyectos y entrevistas) con Marin y Amadio, hay versiones encontradas: algunas dicen que Amadio no podría estar en Salta más del 30% del tiempo que le pedían y otras que dijo que todo se podía charlar.

Consultada por Cuarto Poder para este artículo, Amadio prefirió no hacer declaraciones por el momento. En los pasillos de Cultura se sabe que la Maestra brasileña envió cartas a la Comisión Artística y no descarta acciones legales.

Razones de fondo

La versión menos difundida sobre la situación es que Cultura no quiere a Ligia Amadio porque es una mujer de carácter fuerte, y al estar Lhez de Director de todos los Cuerpos Artísticos los encontronazos se darían de manera continuada. Natalie Marin parecía la persona ideal por su personalidad introvertida pero con gran capacidad musical. Sin embargo, todo empezó a desmoronarse cuando la francesa empezó a recibir respuestas negativas a sus primeras propuestas.

Trascendió que Marin envió una carta a los músicos donde aseguró, entre palabras de afecto y agradecimiento, que su renuncia estaba motivada por el modo de gestión, la inestabilidad del presupuesto y el desinterés de la institución cultural. Para Marin, esos factores le mostraban un camino difícil para un buen trabajo a largo plazo.

Todo esto provocó cimbronazos en la Orquesta, a pocos días de su cumpleaños número quince. Al cierre de esta edición, el concierto del 30 de abril por el aniversario no estaba confirmado internamente, a pesar del anuncio oficial. Este lunes habrá una nueva asamblea entre los músicos. Cuarto Poder intentó comunicarse con Marin, sin éxito.

Otra de las decisiones cuestionadas es que la convocatoria para dirigir la Orquesta se hizo sólo con un mes de anticipación, cuando lo normal y correcto es por lo menos tres meses. Con todo, el llamado treinta días antes no es una irregularidad: está contemplado en la reglamentación del Instituto de Música y Danza.

Una problemática mayor

Lo que sucede dentro de la Orquesta responde a una situación más crítica que la excede y alcanza a otros ámbitos.

El Ballet aún no armó su temporada: comenzó los ensayos recién esta semana, después de estar detenido desde diciembre. Sus miembros están trabajando en un estudio privado, cedido sin cargo por una profesora.

La Orquesta Juvenil de la Provincia, “Mozart”, todavía no empezó a ensayar ni tiene conciertos programados. El ciclo Cultura da la Nota, muy elogiado en los años anteriores, ya no se realiza. Parte de los miembros anteriores de Cultura pasaron a la Municipalidad.

Otra problemática es que ningún cuerpo artístico tiene estabilidad laboral, ninguno de sus miembros es de planta permanente, sino que se mantienen o se van mediante mecanismos de evaluación.