El corte de las estadísticas se produjo al 29 de mayo, por lo que en estos últimos meses se descarta que el número de infectados con una dosis también creció.

Un informe del Ministerio de Salud de la Nación  expone la efectividad que los sueros demostraron ante el COVID-19, pero deja en evidencia la necesidad de aplicar segundas dosis para reducir el número de fallecimientos en momentos en que la variante Delta -el linaje más peligroso- amenaza con circular comunitariamente por el país.

De acuerdo a las cifras de la Secretaría de Acceso a la Salud, al 29 de mayo de 2021 de un total de 9.513.421 personas inmunizadas con una dosis, 191.520 se infectaron (2,01% del total) y se registraron 5966 muertes con una aplicación, es decir, el 0,06% del total.

En otras palabras, si se tiene en cuenta que el país superó los 100.695 muertos el jueves, la cantidad de fallecidos con una dosis de la vacuna representa el 5,92% de esa cifra. Aquí se debe hacer una aclaración, el corte de las estadísticas se produjo al 29 de mayo, por lo que en estos últimos meses se descarta que el número de infectados con una dosis también creció.

Una por una, la efectividad de las vacunas Sputnik, AstraZeneca y Sinopharm

El informe marca que sobre finales de mayo se habían aplicado unas 5.755.387 vacunas rusas Sputnik V y que 93.373 personas con una dosis de ese suero se infectaron, es decir, el 1,62% del total suministrado. A su vez, se registraron 3245 muertes en personas que tenían el componente 1 del antídoto desarrollado por el Instituto Gamaleya, lo que representa el 0,06% del total. Las cifras resaltan su efectividad contra el COVID-19.

Por su parte, a esa fecha la Argentina había suministrado 1.785.841 vacunas de AstraZeneca. Los números marcan que se detectaron 34.333 casos positivos con 1 dosis (1,92% del total) y 1428 muertos con 1 dosis del suero desarrollado por ese laboratorio en conjunto con la Universidad de Oxford (0,08% del total).

En cuanto a las dosis de Sinopharm, de 1.952.193 vacunas aplicadas se detectaron 63.815 casos positivos con 1 dosis (3,27%) y 1293 muertes pese a tener 1 dosis (0,07%). Este suero es desarrollado por el laboratorio chino estatal que lleva el mismo nombre que la vacuna.

Respecto a la vacuna china puede apreciarse un leve incremento en el porcentaje de infectados con una dosis respecto a la Sputnik V y la AstraZeneca ya que tiene una inmunización menor con una dosis. Alcanza el 80% de protección con dos dosis, mientras que la rusa y la de Oxford están cerca de ese nivel con solo la primera aplicación.

Un dato no menor es que el 95,2% de las personas que murieron con 1 dosis tenía más de 60 años. El rango etario más afectado es el de quienes tienen entre 70 y 79 años.

El Ministerio de Salud de la Nación aclaró en el informe al que accedió TN.com.ar que todos los casos expuestos ya habían pasado los 21 días desde la aplicación, es decir, el tiempo suficiente para que las dosis desarrollen los anticuerpos necesarios para defenderse del virus. El documento demuestra la necesidad de mantener los cuidados sanitarios incluso una vez después de vacunado, ya que las diversas variantes del COVID-19 demostraron tener la capacidad de saltar las defensas de los dosis.

En cuanto a las estadísticas de infectados y fallecidos con dos dosis de las vacunas contra el COVID-19, los números marcan que casi 40 mil personas se contagiaron pese a tener el esquema completo.

El Ministerio de Salud informó que 39.500 ciudadanos iniciaron síntomas por lo menos 21 días después de la segunda dosis. De ese total, 30.370 habían recibido Sputnik V (76,89 %); 8441 la Sinopharm (21,37%) y 700 AstraZeneca (1,77%). Esto representó – a mayo de 2021- el 1,4% de los vacunados con dos dosis, lo que vuelve a resaltar la alta efectividad de los sueros cuando se completan los esquemas.

A su vez, siempre según las cifras oficiales, se registraron 219 muertes de personas con ambas dosis. El 92% de estos eran mayores de 60 años.

El documento expone de esta forma la necesidad de agilizar la aplicación de segundas dosis de las vacunas. El principal foco de conflicto se centra en las Sputnik V, cuyo segundo componente es entregado a cuenta gotas por parte de las autoridades rusas.