La decisión de fijar en el centro del arco ideológico a la fórmula de la coalición Sáenz Gobernador tiene una profunda significación para el escenario donde se disputará la sucesión de Juan Manuel Urtubey, luego de 12 años de mandato y sin posibilidad de reelección. La ventaja con la que comenzará su actividad este espacio surgió, luego del pacto del Frente de Todos con el PJ gaucho, lo que le dio a este frente –lo mismo que a los dos restantes- la opción de plantearse estratégicamente como alternancia o recambio del actual poder provincial.
La noticia del binomio Sáenz-Marocco causó un impacto profundo en el ambiente político provincial, no sólo por los vínculos que ambos mantienen con Alberto Fernández, sino por los realineamientos que ya se venían insinuando como consecuencia del acercamiento del FdeT con el oficialismo provincial. Muchos de ellos, una importante cantidad de dirigentes de capital y el resto de la provincia, quedaron con un pie afuera de este último armado.
En contraste con un armado cuasi prontuarial, consistente en citar dirigentes a un recinto y luego fotografiarlos en señal de adhesión, la coalición de Sáenz prefirió moverse con cautela y hablar cara a cara con cada uno de ellos. A su favor, hasta cuenta con el aval implícito del trato semanal directo con quien puede ser, con alta probabilidad, el próximo Presidente de la nación. En nuestra provincia, no son más de 3 dirigentes los que efectivamente tiene dicho contacto.
Respecto a la confección del planteo estratégico, a diferencia del neo oficialismo, el sector de Gustavo Sáenz se propuso poner un pie en el territorio con la idea inicial que las PASO nacionales corresponden a un escenario distinto a los comicios para Gobernador de Salta. Si bien podría captar el diferencial (o una porción mayor) de los sufragios que sacó Alberto Fernández a sus candidatos locales, la idea general es especificar lo que se elige en unos u otros comicios, como también el sistema de votación a utilizar en cada uno de ellos.
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Desde otras latitudes ideológicas, el estratega de campaña de Alfredo Olmedo, el consultor Julio Pizetti, expresó esta semana que descree de los amontonamientos de dirigentes como atractivo para el voto de los salteños. En contraste, indicó que “la gente en ese sentido está por adelante de la política. Como que la política quiere hacer creer cosas a los ciudadanos, pero la gente ya no se cree cualquier cosa”, advirtió a diario El Tribuno este martes que pasó.
