Una beba de ocho meses falleció por deshidratación y anemia severa. Vivía en una comunidad indígena de Rivadavia Banda Norte. Murió cuando estaba por ser trasladada a Tartagal. La palabra de Roque Mascarello.
Una beba de ocho meses de edad murió en el hospital de Morillo por un cuadro de anemia severa, deshidratación e infección.
La información trascendió este mediodía. A través de varios medios de difusión de la provincia se conoció que la niña pertenecía a una comunidad originaria cercana a Rivadavia Banda Norte.
En el diario El Tribuno se informó que la secretaria de Nutrición de la Provincia, Gladys Pernas, negó que la muerte se haya generado por desnutrición. El matutino aseguró en su web que la niña fue trasladada el domingo hasta el centro de salud de Los Blancos, ubicado a unos 50 kilómetros, ya que el fin de semana no había enfermeros en la comunidad. Falleció cuando estaba por ser trasladada a Tartagal.
En diálogo con El Acople, el ministro de Salud, Roque Mascarello expresó: «La beba fallecida, que nos duele a todos, tenía cobertura de agentes sanitarios, estando permanente ahí». El funcionario hizo referencia al tratamiento que buscó la familia de la nena, a través de un curandero: “Lamentablemente, cuando se utilizan cosas ajenas a la atención médica pueden ocurrir muertes. Es una cuestión que se debe erradicar. No hago transferencia de responsabilidad a los padres. Hay una cuestión cultural en la que hay que trabajar. Atenta contra la salud. No debemos modificar la cultura, sino que las comunidades adquieran nuevos hábitos y erradiquen los que afectan la salud”.
Al ser consultado por este hecho, uno más de tantos en la zona, Mascarello dijo que “esto no se modifica de un día para el otro”.