Aseguraron que el objetivo del encuentro en el gobierno porteño fue “el cuidado de las fuentes de trabajo”. Pero lo más relevante fue el gesto político de Macri de privilegiar a Moyano como su interlocutor sindical.
El presidente electo, Mauricio Macri, y el titular de la CGT opositora, Hugo Moyano, continúan tejiendo su alianza. “Hablamos en forma general. Lo principal son los puestos de trabajo”, señaló ayer el camionero luego del encuentro de dos horas que mantuvieron en la sede del gobierno porteño. Allí “intercambiaron opiniones” sobre el futuro gobierno macrista y su posicionamiento sobre “la inflación, las paritarias y el cuidado de las fuentes de trabajo”, según confió a Página/12 un sindicalista del entorno del líder cegetista.
“Fundamentalmente se habló de preservar las fuentes de trabajo, que no haya despidos masivos en ningún lugar”, señaló a este diario el dirigente sindical moyanista apuntando algunos de los temas que abordaron en la reunión, que en realidad se trató de un almuerzo entre los representantes de ambos lados. Después del cortocircuito que había generado la posible designación de un ex empresario de Arcor al frente del ministerio de Trabajo, los dirigentes se reunieron para limar algunas asperezas y mostrar además su intención de mantener una relación “cercana y vinculada al diálogo”. La designación de Triaca tampoco fue del agrado del líder cegetista por ser uno de los nombres que impulsaba el sector conocido como Los Gordos, que no responden a Moyano.
Apenas pasado el mediodía Moyano llegó en taxi a la sede del gobierno porteño en el barrio de Parque de los Patricios. Llegó con una delegación de sindicalistas que lo acompañaron al almuerzo con Macri y parte de su gabinete. Uno de los gremialistas era el secretario general del sindicato de los trabajadores de la Ceamse, Jorge Mancini, que en las elecciones generales del 25 de octubre integró las listas de Cambiemos como legislador en la provincia de Buenos Aires. El presidente electo se sentó a la mesa junto al futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los futuros ministros de Trabajo, Jorge Triaca, y de Transporte, Guillermo Dietrich, y el vicejefe porteño electo, Diego Santilli.
“Nuestra prioridad es mantener el poder adquisitivo”, señaló Moyano al retirarse del edificio porteño apuntando a las mesas de negociación paritaria del 2016. Moyano y Macri cultivan su vínculo desde que el camionero se alejó del kirchnerismo en el 2011. A partir del visto bueno del jefe de Gobierno porteño de indemnizar a los trabajadores de recolección de residuos de las empresas que fueron licitadas, y mantenerlos en las plantillas de trabajadores respetando la antigüedad, el vínculo se fue estrechando cada vez más. Tal es así que Macri todavía no se reunió con la CGT oficial de Antonio Caló, que está reconocida por el Ministerio de Trabajo, dando mayor entidad al espacio que conduce el también presidente del club de fútbol Independiente.
“En la medida que cumpla y dé respuesta tenemos que estar de acuerdo”, destacó Moyano apuntando al nuevo gobierno, aunque en tono irónico preguntó: “¿Cuándo asume? ¿El 10 de diciembre? Le damos tiempo hasta el 11”. El sindicalista apuntó contra el aumento de precios de los últimos días y recordó que “según los estudios que tenemos nosotros hay una inflación del 28 por ciento. Esto es una devaluación que se está haciendo y que está haciendo el gobierno que se va. Si las cosas salen el 28 por ciento más caras es evidente que se trata de una devaluación”, insistió, poniendo sobre la mesa que su conflicto con el kirchnerismo se mantenía intacto. “las paritarias seguro van a ser superiores al 28 por ciento”, agregó dando una idea de cuál será el número que barajan entre gobierno y sindicalistas para el año próximo.
El camionero recordó que Macri le ratificó la intención de enviar un proyecto de ley para modificar el Impuesto a las Ganancias y llevarlo de 15 mil a 30 mil, a la vez que destacó que “ya hay un principio de acuerdo de iniciar la tarea para la unidad” de la CGT.
Fuente: Página 12